El MODO explora los objetos desde el confinamiento

La cotidianidad ha cambiado drásticamente desde los primeros días de la pandemia, al igual que las dinámicas personales y la relación con aquello alrededor, incluidas las pertenencias materiales: un rompecabezas, por ejemplo, pasa de ser un hobby abandonado al punto de encuentro diario familiar, o un peluche, de adorno se convierte en un atento confidente. Esta nueva relación con las cosas es lo que explora el Museo del Objeto (MODO) de la Ciudad de México, en su próxima exposición virtual.

Los objetos del confinamiento, que inaugura el 30 de junio, es una iniciativa con la que el MODO, además de mantenerse cercano con su comunidad, busca mostrar aquellos utensilios, elementos y cosas que han cambiado la vida de las personas durante el aislamiento. A través de una convocatoria abierta en su página web, el público puede participar de manera anónima enviando una imagen de alguna pertenencia y un breve relato de lo que ésta le ha significado en el encierro.

“La misión del MODO es retratar la vida de nuestro país, a través de los objetos cotidianos, y estamos viviendo un momento histórico en el que las cosas con las que convivimos diario han cambiado de significado y de importancia. Para la gente que tiene el privilegio de poder estar en su casa, el mundo y las cosas que la rodean se transformó radicalmente: algo que no tenían mucha importancia cuando podías salir a la calle ahora juega un papel distinto y quizá fundamental. Eso es lo queremos retratar y que la gente nos cuente”, expresó en entrevista con La Razón Paulina Newman, directora del MODO.

Al cierre de esta edición, el museo ha recibido más de 300 participaciones, entre ellas un mat de yoga, cuyo dueño pudo retomar la disciplina, que había abandonado por años; un reloj que fue reparado en tres días, tras ser ignorado en incontables ocasiones; un eterno rompecabezas, convertido ahora en acompañante nocturno; una moto a escala para armar, adquirida por sugerencia de una hija, hace más de 15 primaveras, y una computadora, que pasó de ser una herramienta de trabajo y ocio al único contacto con los familiares en el extranjero.

“El cambio en la relación con las cosas va más allá de lo utilitario, pues tienen un gran peso en las emociones y psicología. Por ello queremos que esta exhibición le sirva a la gente como un lugar de salida, una catarsis, para todos esos sentimientos”, agregó Newman.

Ésta es la primera vez que el MODO realiza una muestra virtual, razón por la cual permanecerá en su página web; además, la convocatoria no tiene fecha de cierre y cada determinado tiempo se rotarán los objetos.

NUEVA NORMALIDAD. Paulina Newman señaló que aún no existe una fecha clara para la reapertura del MODO; sin embargo, ya tiene su próxima exposición física, la cual estará dedicada a la vida en el Centro Histórico de la CDMX. “El curador le dio un enfoque que nos gusta mucho, porque no es una muestra histórica, ni cronológica ni de arquitectura, sino que aborda todo esto a través de las personas.

“Gracias a la cuarentena hemos tenido tiempo de profundizar en la curaduría y, aunque aún no sabemos bien cuándo reabriremos, estamos muy emocionados por presentarla a la gente”, agregó la directora.

Entre las medidas sanitarias que el MODO implementará están las señalizaciones en el piso indicando el recorrido, evitar que se hagan filas, permitir el acceso a grupos pequeños, el uso obligatorio de cubrebocas, y el empleo de insumos sanitarios mismos que incrementarán los costos operativos del museo, “lo cual se va a sentir porque nuestros ingresos por taquilla se van a ver mermados.

“Estamos tratando de encontrar nuevas formas de generar recursos y hacer proyectos viables. Los museos estamos bastante comunicados entre nosotros y estamos analizando las medidas que se están implementando en otros países, pero cada uno es distinto y estamos conscientes que habrá algunos que no podrán sobrevivir a estas nuevas reglas”, lamentó Newman.