Me interesa establecer un diálogo con los niños: escritora

Me interesa establecer un diálogo con los niños: escritora
Por:
  • argelia villegas

Con un lenguaje sencillo y matizado de buen humor, personajes intensos e ilustraciones jocosas llega Peligro de suerte, una novela de Norma Muñoz Ledo dedicada al público infantil, pero también capaz de atrapar a los adultos.

“Mi obra es como un fresco, como un mural de la realidad de México, donde la economía es el factor que mueve a mis personajes; una familia sale completamente de su zona de confort para entrar al caos”, declaró a La Razón la autora de la obra.

La propuesta de Muñoz Ledo fue publicada en el verano pasado, y sus páginas están acompañadas por ilustraciones de Alberto Montt, diseñador gráfico y artista plástico chileno, conocido por su famoso blog de ilustraciones Dosis diarias, en las que recrea a la Familia Pachón, protagonistas de la historia y quienes deben salir de su clásica vida llena de lujos, para enfrentar una nueva realidad.

“Me interesó contar esta historia que plantea muchos temas, pasan muchas cosas a esta familia, lo más importante es lo que descubren al salir de la burbuja donde vivían” agregó la autora de Mamá tlacuache y Polvo de estrellas.

Respecto a la longitud del libro, Muñoz Ledo no dudó en que el público infantil se interesaría de forma auténtica.

“Harry Potter nos vino a enseñar que los niños son capaces de leer miles de páginas, y que cuando algo les interesa realmente, se clavan, se interesan. He tenido comentarios de niños que me dicen que les gustan las historias largas. Los niños son un público muy inteligente, muy exigente, muy demandante y la idea es hacer libros que les interesen y que digan ¡me clavo!”.

Aunque no busca generar un mensaje específico, Peligro de suerte sí pretende visibilizar a los niños.

“Me interesaba abrir un diálogo con los niños, poner en la mesa diferentes temas porque nuestra cultura tiene a ignorar a los niños, como objeto comercial son los reyes, pero en familia no sienten que les hacen caso, cuando quieren opinar les piden que se callen”, apuntó la entrevistada.

Otro elemento enriquecedor del libro son los personajes, que fueron “totalmente libres y contaron con autonomía para transformar la obra”, según la autora.

“La creación de personajes es donde más tiempo dedico en las novelas, porque me gusta que sean humanos, cuando lees, ellos son portadores de significado, me gusta que los tengan muy bien identificados. Los nombres también los voy buscando y pensando, por ahí me encontré a la familia Pachón y me pareció buenísimo”.

El diseño del libro también fue pensado para ser manejado de forma práctica y, aunque tiene cientos de páginas, es ligero y fácil de manejar.

“El libro tiene forma de caja pequeña, las páginas las puedes leer rápido y eso te invita a que lo sigas leyendo. Es un libro que te vas comiendo, el manejo del lenguaje también es muy sencillo”, finalizó la escritora.