Las Claves

Las Claves
Por:
  • carlos_olivares_baro

Hay un cuerpo sembrado en cada palabra: sombra, arquetipo. Ramalazo en cada enunciación. Silencio en el grito: abrojo: dicción enmudecida: acaso caída en los atajos de la luz: resurrección en el reflujo: “En el interior del cardo crece un latido que habrá de ser —acaso— floresta de la voz” (J. Esquinca) / Conversar: alistarse en una continuidad de contraseñas: espejismo de albores germinados en cifras rumiadas por el deseo. / Río turbio, palabras asomadas a las grietas de las partituras del violoncelo, diría Gonzalo Rojas con los ojos desbordados mirando a una muchacha de nombre Hilda: Beatrice: Cintia: Lesbia: Lidia. / Porque toda palabra es un viaje hacia la noche dicen que dijo César Moro enmascarado con “un ojo de avestruz de trapo sangriento” triturando un pedazo de aguacero en una bocacalle de Lima. / A fin de cuentas, los poemas de amor se escriben con palabras: las grandes promesas se dicen con palabras: en las traiciones también intervienen las palabras. Palabras insumisas: “jardines en donde el viento mismo se demora / para oírse correr entre las hojas”.

Insumisión, de Eduardo Moga (Barcelona, 1962): afluente incontenible: la palabra inunda todos los barrancos: no se calla: la vida excede las sospechas y se desliza sobre los nombres para habitar una geografía desolada y voraz: la perplejidad abraza las conjunciones, el hombre se mira a sí mismo y suscribe el dolor, la esperanza y el desconcierto. Arenga de aticismo punzante: el insomnio tiñe las presunciones, y el mediodía no es más que un viaje de reconciliación con la desnudez del mundo. Sí, las palabras son los reflejos de las cosas: no el nombre, no el designio ni tampoco la mirada que distingue y sella: las palabras son el límite: lo que parece decirse, una inscripción fragmentaria: deseo en la orilla (canto, borde, filo...). Madriguera: la palabra pájaro. Trampa: misericordia. Fronda: litoral. Silueta: colofón.

Rotundidad del lenguaje desde una óptica

mística/metafísica/neorromántica/neobarroca cercana a San Juan de la Cruz, Whitman, Lezama Lima, Huidobro, Gonzalo Rojas, Viel Temperley, Rafael Cadenas, Hinostrosa, Néstor Perlongher, Marosa Di Giorgio. Poeta de la nominación equívoca, en un sentido anhelante y promisorio: “Cada cosa tiene forma de sí y de algo desconocido. / Cada cosa es lo que es y, además otra cosa”: el mundo es una mancha en el espejo (D. Huerta). Alegato bifurcado en dos vislumbres: lo espiritual (yo anímico), en cánticos de arrobado lirismo. Insumisión: bruma lingüística extendida sobre las trillas de la palabra: periplo sobre el polvo rumboso de la existencia: “como el sol, que durará / para siempre, mientras agonizo, / mientras escribo”. Enhorabuena estas estrofas que abren nuevas rutas en los derroteros de la poesía castellana.