Libros ilustrados y de aventuras impulsan la lectura en jóvenes

Libros ilustrados y de aventuras impulsan la lectura en jóvenes
Por:
  • carlos_olivares_baro

Eso de que los jóvenes en México no leen es, hasta cierto punto, una falacia: un lugar común que se repite constantemente sin justificación. Los niños y jóvenes de México se acercan a los libros, y lo hacen con desbordado interés. Hay actualmente en nuestro país una suerte de explosión editorial en que las publicaciones dirigidas a chicos y adolescentes ganan un lugar destacados en las mesas de novedades de las librerías.

Dos obras recientes: La dama de la selva (Colección A la Orilla del Viento, FCE, 2017), de Antonio Ramos Revillas, y Al final, las palabras (Colección A través del espejo, FCE, 2018), de Antonio Malpica, se han convertido en éxitos editoriales muy solicitados por los lectores del sector juvenil.

El Dato: Una encuesta del Inegi de 2017 reveló que un 43% de jóvenes lee por entretenimiento.

Antonio Ramos Revillas entrega una fábula en la que un chico a la deriva corre por entre la espesura de la selva: el miedo lo absorbe, pero el recuerdo de los relatos de su abuelo que le referían la presencia de la Dama de la selva, le dan esperanza para vencer el misterio de lo agreste, escucha su voz y junto a ella traspasa la floresta en una noche interminable.

[caption id="attachment_711531" align="aligncenter" width="300"] Antonio Ramos Revillas (Foto: Carlos Olivares Baró)[/caption]

Antonio Malpica suscribe una  ‘novela histórica’ con apuntes sentimentales, desarrollada en tres épocas. Las palabras selladas en un manuscrito, que ha pasado de mano en mano, dan cuenta de la amistad y las andanzas de un grupo de chicos que van dejando la etapa infantil en los inicios del siglo XX en los espacios de la Ciudad de México.  Retrato de la vida sugestiva de la capital mexicana y la revelación del amor protagonizado por Pegote y Ofelia.

[caption id="attachment_711532" align="aligncenter" width="300"] Antonio Malpica (Foto: Carlos Olivares Baró)[/caption]

“Hay que proporcionarles  a los muchachos historias que no caigan en el apapacho falso, al querer ser complacientes con ellos desde un lenguaje  sin hondura. Ellos están en una etapa en que la curiosidad los carcome, quieren saberlo todo; pues, entonces escribamos fabulaciones que alimenten esa búsqueda. La aventura como un puente que los lleve a otros libros”, apuntó Ramos Revillas para La Razón.

Por su parte, Malpica insistió en que “estamos equivocados pensamos que los jóvenes son tontos. La infancia es un espacio único: periodo de la vida en que la imaginación protagoniza cada acto, cada instante. Pues, los libros dirigidos a ellos tienen que estar ponderado  por episodios en que la imaginería sea un estímulo para que crezcan espiritualmente”, explicó quien forma parte del prestigioso catálogo White Ravens de la Biblioteca Internacional Juvenil de Múnich.

Dos cuadernos que fueron muy requeridos en la pasada 39 FIL del Palacio de Minería. “Me gusta mucho la atmósfera que presenta el autor en La Dama de la selva, tiene mucho encanto; Al final, las palabras, me gustó porque me informa sobre la Ciudad de México de hace más de un siglo; el personaje de Pegote me llamó la atención”, comentó la estudiante de secundaria Ofelia Vaqueofo, mientras hacía fila para que los autores, firmaran  sus libros en la FIL de Minería.