“Lo que escribo es una carta de amor a Cuba”

Gabriela Guerra Rey (La Habana, Cuba, 1981) ganó en 2016 el Premio Juan Rulfo para Primera Novela —otorgado por Instituto Nacional de Bellas Artes y los gobiernos de Puebla y Tlaxcala — por Bahía de Sal, que en la tercera edición del sello español Huso circula en librerías del país. Parábola de episodios que son alegorías de acontecimientos recientes en Latinoamérica: el lector tiene en sus manos un relato fresco y transparente, nostálgico y gozoso, real y perentorio.

Narrada en primera persona por la niña María de la Sal: todas las dimensiones (espirituales y mitológicas)  de la cosmografía del poblado Bahia de Sal aparecen en cifras perentorias y acuciantes desde los trazos y las líneas de un realismo en que lo mágico se empalma con los sueños y las circunstancias se untan de vaticinios. “¿Para qué íbamos a querer salir si allí teníamos todo?: fiestas, ceremonias, sectas, sociedades secretas, altares, y hasta una Virgen...”, nos dice la narradora al inicio.

“Bahía de Sal es un muestrario mítico y místico de algunas de mis vivencias. Yo no soy la protagonista, María de la Sal, pero tengo mucho que ver con ella. Es una novela que escribí por necesidad, fue fluyendo de manera natural y quise entrecruzar recuerdos con escenas familiares y primeros amores con quimeras. Hay una intención de rescatar un pasado reciente para que el futuro se nutra de esos episodios”, comentó Gabriela Guerra Rey para La Razón.

El mar y sus incitantes rumbos. El sol y sus ardores. La racha y el deleite de los amaneceres. El agua y los infortunios de sus humedades radiantes. Los manglares y el verde alucinante. Bahía de Sal es una inundación. La relatora recurre a una enunciación como en susurro: un ostinato rítmico de luces y sombras se despliega en cada incidente, en cada sortilegio de los personajes entrañables que habitan esta fábula de promisorias conjunciones en que no hay resignación posible.

“No es precisamente Cuba: y sin embargo, sí lo es. Lo que puedo asegurar es que en estas páginas están todos mis deseos y algunas de mis ensoñaciones. El exilio, la escuela, los borrachos del pueblo, el primer amor, los ñáñigos, un plante de abakuá, el sexo, los muertos sin nombres, los aguaceros, los libros, el hambre, la Virgen, los dolores, la abuela, la culpa, la locura... No es Cuba: puede ser cualquier sitio del mundo donde alguien sueña y se sobresalta cuando en el cielo una nube se parece a un caballo galopando hacia el futuro”, concluyó la también autora de Nostalgias de La Habana.

El Dato: Bahía de Sal se presenta hoy, martes 24 de abril a las 19 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. Nuevo León 91. Colonia Condesa.