MMXIX - WWIII

MMXIX - WWIII
Por:
  • raul_sales

Fueron decenas de pequeñas cosas, la injerencia en las elecciones de los Estados Unidos, el despliegue de armas en la frontera de los países de la OTAN, la masacre de Aleppo, el asesinato del embajador ruso, la plutocracia norteamericana, la lucha submarina en el mar de China, el ensayo exitoso del misil norcoreano, la guerra de los carteles, el descontento civil en California, los atentados en Francia, en Alemania, en Bélgica, el aislacionismo de Inglaterra, la quiebra de Grecia, ISIS, la devolución de propiedades en Cuba, el control de la prensa en medio oriente y por supuesto, las redes sociales que no tuvieron control alguno. El planeta entero se movía en un caos geopolítico que no obstante, en la superficie no se veía y todos vivíamos nuestra vida sin saber o querer saber, publicábamos mensajes de apoyo desde la comodidad de nuestro hogar o teléfono celular y seguíamos nuestra vida como si no pasara nada.

Miles de años de civilización nos llevaron a una división entre los que gobiernan y manipulan, entre los que poseen y ponen gobiernos pero se mantienen detrás de la línea de golpeo y todos los demás que nos movíamos al son que nos tocaran.

La crisis económica estaba llegando al punto de colapsar a las potencias mundiales y cuando eso sucedía siempre había que inventarse una guerra controlada para entrar en economía bélica y para legitimar ciertas disminuciones. La guerra fría que todos creíamos se había terminado desde Gorbachov simplemente se trasladó al universo virtual y mientras todos permaneciéramos conectados, la vigilancia sobre nosotros era absoluta, desde nuestros gustos y compras, hasta nuestros estados anímicos, nuestros amigos y familiares, nuestro posicionamiento político y nuestros errores como humanos que solían ser la palanca de chantaje individual más utilizada.

Mientras el gobierno controlaba a la masa, los dueños de los gobiernos que eran muchos menos, controlaban los acontecimientos para beneficio propio y aunque algunos teóricos de la conspiración los mencionaban como los "terroríficos dueños de la humanidad", la realidad era mucho más simple, eran intereses comerciales pero a escala mundial. Solían acomodar los eventos pero no siempre podían controlarlos y en esta ocasión tampoco pudieron.

La oficina Oval sufría el acoso de la prensa, de la sociedad y el resquemor de sus aliados, desde la última elección y las acciones subsecuentes en que todo se centró en ellos y nada más, Estados Unidos perdió el liderazgo como promotor de la libertad, como potencia y si bien, tenían el armamento, no era voz a ser escuchada por muchas amenazas que profiriera su presidente, se empecinó en demostrar una fortaleza de la cual carecía y entabló la guerra en su frontera sur con México, rompió relaciones con China al mandar a su flota naval e inició una escalada bélica con los efectivos en Corea del Sur hasta que estalló la guerra. Tres frentes, uno que le ocasionaba problemas sociales y la condena internacional, otro que era demostración de fuerza en el mar y uno absurdo en Corea, dejó sin apoyo a sus aliados de la OTAN y no hizo absolutamente nada cuando Rusia estableció bases militares en el Polo Norte.

Rusia por su parte se dedicó a tomar por la fuerza los territorios que consideraba suyos sin hacer caso a lo que decía occidente y mientras las armas se desplegaban por todo el mundo, en la red, la guerra era todavía más cruenta, caían sistemas informáticos de defensa, dejaban incomunicados a vastas regiones, se filtraron secretos, cuentas bancarias, amantes y despojos de bienes nacionales de los líderes de países europeos que pusieron a sus ciudadanos en contra de ellos y mientras Europa lidiaba con guerras civiles paralizando su capacidad de respuesta, Estados Unidos daba bandazos en favor y en contra, América Latina se encerraba y condenaba, Oriente Medio se volvió la Juliette de Sade y se vendía a unos, a otros, a quien quisiera, que pudiera pagarle.

El mundo en caos, todos los sistemas hackeados, los egos desatados y los odios que fueron fomentándose en décadas tenían que explotar. La guerra como tal duró apenas una semana, 1,200 millones de personas perecieron en siete días y 4,400 millones más en los meses posteriores debido al envenenamiento de los mantos friáticos, a la quema de cosechas, al frío sin electricidad, a las epidemias sin medicinas y a los muertos que dejaban ahí donde caían, las filas interminables de refugiados que huían de territorios completamente devastados y radioactivos.

Las distancias en el mundo nuevamente eran inmensas, ningún país producía suficiente para alimentarse, no había internet, no había televisión, radio o telégrafo, un bidón de gasolina era más valioso que su peso en alimentos y el agua lo era todavía más.

En cada crisis, en cada epidemia, en cada suceso de mortandad masiva, las especies buscan adaptarse, emigran, se dispersan en la esperanza que unos pocos logren sobrevivir y prosperar...

La colonia marciana Roths apenas contaba con 2500 habitantes seleccionados por su diversidad genética, por sus habilidades técnicas, mecánicas, científicas y por su juventud a excepción de los 120 ancianos y sus familias que financiaron la colonización y que gobernaban con mano férrea a sus habitantes. Los llamaban los "fundadores" aunque en voz baja se referían a ellos como los genocidas pues los ahí reunidos sabían que fueron ellos los causantes de la debacle del siglo XXI, de la pérdida de nuestro único planeta y de que la familia de la mayoría de ellos se hubiera quedado en una tierra que agonizaba lentamente entre gigantescos huracanes que arrasaban el Ecuador todos los años, entre fríos extremos y calores abrasantes. Lo sabían pues los satélites seguían transmitiendo imágenes esperando que la tierra se regenerara y pudieran regresar pero con cada aniversario de "La salvación de la humanidad" veían como los pocos que lograban sobrevivir a un mundo ahora hostil, caían en la barbarie y la ley del más fuerte, donde la violencia presente y condenada en nuestra historia era ahora el atributo deseado, alabado y las estrellas eran solo luces en el cielo y nunca más serían anhelo.

Nos merecemos la extinción pero nuestro instinto de supervivencia es más fuerte y mientras unos vemos una nueva oportunidad de empezar, nuestros "fundadores" sólo esperan el momento en que nuestro planeta se estabilice y regresen con las armas y los conocimientos y dominen a la tierra... otra vez.