“No banalizar el holocausto en el arte, un reto”: Yishai Jusidman

“No banalizar el holocausto en el arte, un reto”: Yishai Jusidman
Por:
  • alejandra_ojendi

En 2010, el artista mexicano Yishai Jusidman asistió a una retrospectiva de la obra de Luc Tuymans en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, Estados Unidos. En ella se mostraban trabajos de los años 90 que el belga había hecho sobre el holocausto. Un comentario de los curadores según el cual las pinturas de Tuymans sugerían que el genocidio de millones de judíos no se puede representar le pareció alarmante al mexicano.

“Si la pintura no puede representar, entonces para qué intentarlo, y si el holocausto no se puede representar, para qué recordarlo”, afirma al respecto Yishai Jusidman en entrevista con La Razón. Y añade: “es una propuesta con la que no estoy de acuerdo porque nuestra responsabilidad como herederos de la historia es intentar representar, memorizar, mantener la lección viva para que no se repita”.

Esas reflexiones dieron origen a la exposición Azul de Prusia que el artista presenta en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) y que está conformada por una serie en la que pinta cámaras de gas y campos de concentración.

“Decidí ver qué podía hacer yo como pintor, así que empecé a estudiar el holocausto, la historia, porque aun cuando estamos familiarizados con él, como público general tenemos ideas vagas y erróneas”.

De acuerdo con Jusidman, el problema de abordar en el arte el exterminio de judíos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial radica en la posibilidad de caer en la vanalización: “Se trata de entender”, asegura el artista judío.

Color e historia. Durante la investigación, Yishai Jusidman (Ciudad de México, 1963) descubrió algo que lo impactó: que el pesticida (Zyklon B, ácido cianhídrico o prúsico) que los nazis emplearon en las cámaras de gas de los campos de concentración y de exterminio es un compuesto cercano químicamente al azul de Prusia, uno de los primeros pigmentos artificiales incorporados a la pintura europea.

“El cianuro del gas que mataba a la gente reaccionó químicamente con el hierro de las paredes y formaron un compuesto llamado ferrocianuro, que produjo manchas azules y que todavía pueden ser vistas en algunos campos de concentración. Estas manchas azules son químicamente idénticas al azul de Prusia que utilizamos los pintores”, explica.

“Así que decidí usar este pigmento porque es algo concreto: se dio como un hecho en el proceso de la matanza y es algo que los pintores usamos en nuestro proceso de creación; utilizarlo como una especie de ancla que liga la representación con la referencia”.

Azul de Prusia, curada por Cuauhtémoc Medina, es la primera exposición individual que Jusidman tiene en el MUAC y la primera que presenta en México desde 2009; estará abierta al público hasta el 12 de febrero de 2017.

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