"Pasos en la casa", libro que explora la cotidianidad provinciana

Eduardo Cerdán (Xalapa, 1995), narrador, editor y docente de la UNAM. Colaborador en suplementos de varios periódicos nacionales, así como de revistas culturales. Textos suyos están seleccionados en antologías de cuentistas mexicanos y latinoamericanos (Latinoamérica en breve. Antología de minificción del río Bravo hasta la Patagonia, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, 2016;  Dejar huella. Perros de papel, de la memoria, de la imaginación, Ediciones Cal y Arena, 2017...).

“Los cuentos de Eduardo Cerdán desbordan imaginación, cabalgan entre lo sobrenatural y lo posible para adentrarse con pericia en los inquietantes territorios de la infancia; narrador dotado de suficiente arrestro literario, es uno de los cuentistas indispensables de su generación”, ha suscrito el escritor veracruzano Carlos Martín Briceño.

Circula en librerías Pasos en la casa vacía (Editorial Florece Xalapa, 2019), en que el joven narrador xalapeño, Eduardo Cerdán, explora encrucijadas de los espacios provincianos desde los entornos de las diferencias sociales en episodios donde el retraimiento, el temor, las dudas, la degradación y lo aciago develan el lado oscuro de la naturaleza humana.

“Éste iba a ser mi segundo libro. Cuando el editor José Homero me habló de esta colección de títulos xalapeños, yo ya tenía mi primer libro con dictamen positivo, en Tierra Adentro, que por ordenamiento presupuestal no se publicó: monté otro libro, con cuentos distintos, ex profeso para esta colección: incluye mis relatos más tempranos. Escribí los 14 cuentos de este volumen entre los 19 y los 22 años, tienen una espina dorsal: lo siniestro y las ausencias”, precisó en conversación telefónica con La Razón, el también jefe de redacción de Punto de Partida, Eduardo Cerdán.

¿Título sugestivo e inquietante? Intento dialogar con el poema “Un gato en un departamento vacío”, de Wisława Szymborska, el cual habla de la carencia: la nostalgia por aquello que de pronto deja de ser, deja de estar.

¿Temática variada que aborda la crueldad, el abuso y hasta el miedo desde la fantástico? Veta importante del libro, la parte ominosa de lo social: la brutalidad y el despotismo. Algunos cuentos hablan de algo parecido, de la aprensión a “lo otro”, pero lo hacen en clave fantástica. Hay chaneques, un nahual, maleficios, gente que “cura de espanto”, perros que se espejean con sus amos hasta volverse casi sus dobles, por ejemplos.

¿Episodios suscritos en atmósferas provincianas? Resúmenes de la tradición oral de la gente de Xalapa y otras partes de Veracruz, que yo convierto en cuentos. El chisme, el habla de las señoras y lo absurdo son elementos importantes. Incluí relatos de varias extensiones y formas de enunciación, para que el conjunto tuviera texturas diferentes. 

¿La estructura del poder en la relaciones de pareja? Abordo las disposiciones de dominio (matrimonio, hogar...) y las cuestiono desde la ficción. ¿Quiénes son los poderosos y qué pasa si los roles se invierten?

¿Alegoría a los desaparecidos en nuestro país? El libro cierra con un cuento que en su origen aludía a la ‘verdad histórica’ de Ayotzinapa, según la cual los normalistas desaparecidos habían sido arrojados a un río. Decidí no hacer ninguna alusión a ese referente (Ayotzinapa): me interesó hacer una alegoría sobre la memoria de los desaparecidos de nuestro país: sus cuerpos ya no están, pero ellos, sus memorias, siempre vuelven, nunca se van. Pasos en la casa vacía es un libro, pues, de manifestaciones insólitas y también de ausencias: cuentos de (des)aparecidos.

AG