Pedro Mairal ofrece relatos de amor y deseo

Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970), autor de La uruguaya, novela que llegó a México en 2017 y causó grata impresión entre los lectores y la crítica especializada. Fábula entretenida y turbadora donde descubríamos a un narrador de pulso sostenido en la configuración de una historia de intrigas y vaticinios idealizados. Ahora nos entrega Breves amores eternos (Planeta, EMECÉ, 2019): manojo de cuentos que abordan los múltiples talantes del amor, la peregrinación del deseo y el sexo como una posibilidad para distanciarse de los entornos hipócritas de la clase media urbana.

“Sí, soy el autor de La uruguaya, todo el mundo así me identifica. Vengo con un libro de cuentos y no con una novela: los editores piden novelas; el cuento no vende, dicen. El mercado editorial reclama al género que ha sido siempre del interés de los lectores. Pero, creo que la literatura también se nutre de otras modalidades, que algunos consideran menores: crónica, cuento breve o incluso el ensayo inmediato que se escribe para una revista”, comentó en entrevista con La Razón, Pedro Mairal.

¿Libro dividido en dos apartados que se entrelazan temáticamente? Dos secciones: Breves amores eternos y Hoy temprano. Los cuentos de la segunda sección, Hoy temprano, son relatos antiguos que he decidido incorporarlos aquí. Los cuentos de la primera parte son los de reciente factura. Los temas son contiguos.

¿Relatos seductores, divertidos y socarrones? Escribirlos fue una aventura divertida; apelé a la paciencia con los editores. Mis personajes cautivan quizás, porque se parecen a los lectores. Las circunstancias son intrigantes; el narrador, muy irónico.

Los gestos de sus personajes tienden a ser teatrales. ¿Por qué? La clase media bonaerense es pomposa, con falsas poses de solemnidad. Comportamiento raro. Como escritor observo todos esos gestos para dar identidad a mis protagonistas. Hay un entramado que patrocina nuestro comportamiento.

¿Criaturas asediadas por el miedo? Viven con el deseo de romper con las imposiciones sociales. El hombre contemporáneo está acechado por circunstancias a veces,terribles. La literatura debe dar cuenta de eso.

¿Cómo consiguió hilvanar ese discurso fluido y a la vez, cercano al habla cotidiana? Encontrar el tono coloquial de las voces narrativas fue muy difícil. Soy obsesivo en la búsqueda de la fluidez, no quiero que el lector tropiece con nada. Le debo mucho a la poesía en ese sentido. Me dejo llevar por la fuerza de las palabras.

¿Recurrencia al yo narrativo? Como un ejercicio de libertad y también, para una complicidad entre el autor Pedro Mairal y los narradores.