Philip Glass deleita a México

Philip Glass deleita a México
Por:
  • la_razon_online

El compositor estadounidense Philip Glass, uno de los exponentes de la música clásica más importantes  festejó su cumpleaños número ochenta con una serie de tres conciertos que se realizaron en el Palacio de Bellas Artes.

Ayer ofreció su última presentación en la que deleitó a sus asistentes con la ejecución de Sinfonía núm. 7  Tolteca, que fue estrenada en su concierto del sábado.

El pianista convocó a “todos los espíritus de la fantasía” y ofreció inusitado concierto que llevó al paroxismo al público que abarrotó el Palacio de Bellas Artes.

El sábado, afuera del recinto cientos de personas se congregaron frente a una pantalla gigante para ser testigos, también, de uno de los conciertos más memorables de los últimos tiempos. En los pasillos, cientos de personas con la emoción en la cara.

Philip Glass. De estreno a los 80, fue un espectáculo en el músico estuvo acompañado por reconocidos artistas mexicanos y en que hizo gala de otra vertiente de su fecunda inspiración: la música de concierto, con géneros tradicionales como la música para piano, dueto, trío, cuarteto, música de cámara y ópera, principalmente.

Con la presencia de autoridades de la Secretaría de Cultura federal y de la Secretaría de Cultura capitalina, la sesión inició con la presencia de Philip Glass en el escenario, sólo, para interpretar tres partes de su serie Metamorfosis (1988) para piano, inspirada en la obra del escritor Franz Kafka, y utilizada en numerosas ocasiones para teatro y cine, además de su Estudio núm. 2.

[caption id="attachment_739362" align="alignnone" width="890"] El compositor en su concierto del sábado.[/caption]

Este fue solamente el preámbulo a un concierto que poco a poco fue creando un ambiente de incredulidad ante la maravilla de la excelencia creativa del artista homenajeado, quien en cada una de sus obras imprime un sello constante y característico. Luego llegó al escenario uno de los ensambles de cuerdas más famosos del mundo: el Cuarteto Latinoamericano de los hermanos Bitrán y Javier Montiel, que ofreció al público ante la mirada de Philip el Cuarteto para cuerdas núm. 5 (movimientos del 1 al 5).

Al escenario subieron la soprano Olivia Gorra, el pianista James Demster y continuó el Cuarteto Latinoamericano. Juntos ofrecieron las Canciones de los días líquidos.

Fragmento

Wichita Vortex Sutra

Allen Ginsberg

Soy un viejo, pero un viejo solitario

Que no teme

Hacer hablar a su

soledad en un auto,

Ya que no se trata sólo de mi soledad

Sino de nuestra, por todo los Estados Unidos de América esparcida,

¡Oh mis queridos, dulces amigos!

Y dicha soledad es profética, proviene

De la luna de hace cientos de años o sale

Del corazón de Kansas, ahora.

Y no se trata de la vastedad de las llanuras que hacen enmudecer nuestras voces

Haciéndolas hablar

en lenguas a la

medianoche,

Cuando nuestros cuerpos que tiemblan se sostienen uno al otro

Pecho contra pecho sobre un lecho.

No se trata del cielo vacío que oculta cada sentimiento sobre nuestros rostros

Ni tampoco de nuestros pantalones y polleras que ocultan

El brillo de una piel bendita que emana su amor,

Suave y blanco abdomen que se precipita hacia el vello

Entre las piernas.

No puedo creer que haya sido el mismo Dios que nos dio la vida el

Que prohíba a nuestro Ser, como una rosa al sol

Tan feliz en su desnudez roja

Entre nuestros ojos y panzas.

Sí,

Todo lo que hacemos es por esa temerosa cosa

Que llamamos Amor: deseo y falta.