Politicarte

Politicarte
Por:
  • larazon

El escorpión asoma la cabeza desde su resquicio lunar en la pared tras días de reflexión sobre uno de los temas provocadores de su angustia y desazón.

¿Puede la producción artística mexicana no expresar la realidad de nuestro país? ¿Las expresiones plásticas, musicales, literarias, poéticas, teatrales, dancísticas, incluso arquitectónicas y culturales pueden no revelar la impronta de nuestro desastre?

El académico escorpión recurre a Adorno y a Sartre, a Foucault y a

Bourdieu; incluso, en plan malinchista, relee los escritos sobre el tema de Paz, Monsiváis, Montemayor y Fuentes, instigándose a profundizar en la vieja/nueva idea del “compromiso” artístico. Por fortuna para su intelección, el arácnido halló en el desafiante portal http://horizontal.mx las entrevistas recientes realizadas sobre ése y otros temas culturales a una docena de artistas e intelectuales. Aquí decanta su indagación.

“Cualquier acción, desde escoger un calzón hasta subir un video a internet, tiene efectos políticos” (Gabriela Jáuregui). “La política es la prolongación de la cultura por otros medios” (Ignacio Echevarría). “Hay políticos que imitan a algún actor, hay redactores de discursos inspirados en líneas de Shakespeare o de Chespirito” (Claudio Lomnitz). “A veces el compromiso político es parte del marketing artístico” (Susana Draper). “Pensar los problemas teóricos de la novela es ante todo tejer la relación entre dos universos: el de los materiales y el de la política” (Damián Tabarovsky). “No aceptar compromisos puede ser también una forma de comprometerse” (Roger Bartra). “En el arte, como en la ciencia, pretender la neutralidad ideológica es afirmar una posición política” (Abraham Cruzvillegas). “Los artistas forman parte de ese mismo sistema que no exige. Y, a menudo, se satisfacen a sí mismos con tristísima facilidad” (Lolita Bosch). “Los cambios culturales son colectivos, y el compromiso de una persona tiene más sentido como parte de esfuerzos varios que posibiliten el cambio” (Ignacio Sánchez Prado). “Con frecuencia el silencio equivale a un tácito sostenimiento del statu quo” (Jorge Volpi). “No hay acto o decisión estética que no sea al mismo tiempo una encarnación de lo político” (Cristina Rivera Garza).

Como dicen los abogados de La Ley y el Orden: “I rest my case” (a los hechos, marranito). El escorpión, ya bien comprometido, vuelve a su cuarteadura selenita en lo alto del muro de las lamentaciones.