Por primera vez buscan regular el libro electrónico

Por primera vez buscan regular el libro electrónico
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  • raul-campos

La propuesta de reforma a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, impulsada por la senadora Susana Harp, además de ampliar el tiempo del precio único de 18 a 36 meses y nombrar a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) como la instancia encargada de llevar el registro del mismo y vigilar que se respete, por primera vez busca regular al libro electrónico, el cual hasta la fecha está “por la libre”.

Se pretende que a todo ebook que cuente con una versión impresa se le aplique el precio único y la vigilancia del mismo por parte de la Profeco. Esto es visto con buenos ojos por parte de las empresas que los producen y por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), “ya que se trata de una tendencia mundial”.

“La legislación bo, usca aumentar la vigencia del precio único y la intención es que se mantenga en ambas versiones; es muy adecuadporque sería poco transparente que tuvieran un tratamiento diferente ante la ley; sería una competencia en igualdad de circunstancias”, detalló a La Razón Diego Echeverría, director general de Ink It, empresa productora y distribuidora de ebooks, y miembro del Consejo Directivo de la Caniem.

El objetivo es que el libro tenga el mismo precio de venta al público en cualquier parte del territorio nacional y evitar que el mercado se rija sólo por la competencia de precios. Editores aseguran que debido a la competencia desleal, 40 por ciento de las librerías ha desaparecido. “Un libro de Harry Potter que tiene un costo de 300 pesos, lo ofrecen hasta en 900, con un descuento de 50 por ciento para ofertarlo en 450 pesos. Eso es juego sucio y de ahí la necesidad de implementar un precio único”, se detalla en un comunicado del Senado.

La exposición de motivos de la propuesta señala a los ebooks como depredadores de la industria editorial, ya que no tienen inventarios, no se agotan, no requieren de una calificación editorial, no implican inversiones físicas como insumos de papel, costos de almacenaje y de transporte, porque de algunos de los que son creados exprofeso para el medio digital no siempre se tramita el ISBN, número que identifica de manera única a cada libro en el mundo.

“Cuando tenemos el mismo libro en papel y digital con una oferta diferente —éste siempre va a ser más barato, porque no tiene inventarios, ni insumos de papel, su disponibilidad es permanente y porque su distribución es inmediata—, el lector deja de comprar el impreso. Entonces, los libros de los que viven todos, se encarecen y se nos cae el instrumento ideal por excelencia del libro, lo que a la larga se traduce en que las editoriales empiezan a desaparecer y, con ello, la diversidad cultural, la gran oferta de títulos se empieza a reducir. Por eso es importante que el ebook no sea depredador del impreso. Eso se logra aplicándoles la misma regla: el precio único”, externó la senadora Susana Harp.

Sin embargo, la Caniem considera erróneos tales argumentos: “en ningún mercado del mundo, el libro digital ha depredado el mercado o inhibido las ventas del de papel”.

Respecto a que los libros digitales no se agotan, Echeverría explicó que, al igual que los físicos, los digitales cuentan con un “tiraje” establecido por los acuerdos entre el autor y el editor, al igual que su homólogo físico. “En papel es común que el autor firme contrato para cinco mil ejemplares y de la misma forma funciona en digital. Los escritores no han dejado de ganar dinero por su trabajo, porque ellos son quienes generan la materia prima”.

Las tiendas digitales cuentan con un archivo madre desde el cual se generan las copias cuando alguien realiza la compra, y una vez que se llega a límite de las descargas establecidas, éste se desactiva.

En cuanto a que los ebooks no requieren de una calificación editorial, externó: “habría que entender que el libro digital tiene y se produce con el mismo contenido que el de papel; es sólo una conversión de formato”. De los que no pasan por una edición de contenido y que tampoco tramitan el ISBN, remarcó que se trata de los autopublicados, “y éstos también existen en los de papel: un autor siempre ha podido no participar en editoriales e imprimir él mismo su libro y distribuirlo en tiendas”.

También, la exposición de motivos dice que el ebook “reproduce las condiciones de desigualdad que prevalecen en las sociedades contemporáneas, en este caso, la denominada brecha digital”.

En este sentido, Harp añadió: “para acceder a éstos necesitas una tarjeta de crédito, un instrumento inteligente como teléfono o tableta y una aplicación; el ebook compite con las demás aplicaciones que están en el aparato: mientras lees estás viendo mensajes, el periódico, tu correo... lo cual te distrae. Por ello, el impreso es el instrumento ideal para llevar la lectura a todos”.

Acerca de esto, Echeverría manifestó: “no encuentro un razonamiento para eso, no entiendo por qué tener acceso a una publicación en formato digital pueda alejarte de los libros. La ley no es la ley del precio único, sino del fomento a la lectura y el libro, y qué mejor manera de hacer eso que tener miles de millones ejemplares digitales disponibles”.

La propuesta ya fue aprobada en la Comisión de Cultura de la Cámara alta, y en caso de ser aceptada por la Comisión de Estudios Legislativos, podrá ser votada en el pleno.

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