Por primera vez publican cartas de Whitman en español

Por primera vez publican cartas de Whitman en español
Por:
  • larazon

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Por primera vez las cartas de Walt Whitman, en las que se lee a un hombre presumido, con debilidad por los amantes jóvenes, amistoso, vividor... se publican en castellano. Se trata del epistolario Crónica de mí mismo.

La editorial Errata Nature consiguió traducir cien misivas del poeta estadounidense que influyó en autores como Rubén Darío, Federico García Lorca, Fernando Pessoa, Wallace Stevence, Pablo Neruda o Jorge Luis Borges, quien lo consideraba “el único poeta”.

La recopilación de correspondencia equivale a un cinco por ciento de las cartas publicadas en inglés, pues éstas son dos mil que ocupan seis volúmenes.

En las cartas se leen “sutiles mecanismos de relación, a través de los cuales amar y ser amado, cuidar y ser cuidado... en su correspondencia encontramos a un hombre plenamente inmerso en los vaivenes de la existencia y en la cotidianidad del corazón”, de acuerdo con el prólogo del libro. Se trata de una autobiografía que abarca un extenso periodo, cerca de 50 años; es decir, desde los días de juventud hasta la semana previa a su muerte.

Entre los sucesos reveladores de estas cartas se encuentra la labor del poeta en los hospitales para cuidar a los soldados. El hermano de Whitman se enroló en el ejército durante los años de la Guerra de Secesión, por ello el poeta conmovido se fue a buscarlo por todos los hospitales hasta que lo encontró, como también descubrió un montón de cuerpos descuartizados o mutilados.

“¿Has oído decir alguna vez a la gente que la tierra es el cielo o el infierno del hombre, según su manera de actuar o de qué lado se sitúe, del bien o del mal?”, se lee en la epístola que envió el 19 de agosto de 1840, dirigida a su amigo Abraham Paul Leech, quien radicaba en Jamaica.

La prosa de las cartas resulta atractiva. En ésta se encuentra el oficio de poeta de Withman, ejemplos sobran: “Movido por el sentimiento de la compasión y aguijoneado por los agudos pinchazos de la conciencia, te remito otra joya epistolar, pues la compasión me susurra al oído que, a estas alturas, debes haberte acostumbrado a la recepción cuasi semanal de estas inestimables exquisiteces y, por tanto, privarte de ese regalo sería algo así como enviar a un hambriento a la cama sin cenar”.

En México, el ejemplar puede encontrarse con éxito a través de Internet.