Presentan en el MAM guía gráfica de la Ciudad de México

Presentan en el MAM guía gráfica de la Ciudad de México
Por:
  • Miguel-Crespo

Nicolas de Crécy visitó México por primera vez en 2014 y durante 45 días caminó por las calles del Estado de México, Puebla, Morelos, Oaxaca y la CDMX. Después utilizó sólo su memoria y acuarelas para plasmar en coloridas ilustraciones los contrastes y lugares más emblemáticos de nuestro país.

Ahora el Museo de Arte Moderno (MAM) exhibe 65 de sus trabajos que integran un volumen dedicado a México y que a su vez forman parte de Travel Book, una compilación de relatos gráficos realizados por diversos artistas, editados por la fundación Louis Vuitton.

“El director de la colección había visto mi trabajo y le pareció que mi arte podía corresponder a la Ciudad de México y al país en general”, dijo Nicolas Crécy a La Razón.

La exposición Nicolas de Crécy. Bitácora mexicana cuenta con acuarelas y dos libros originales del artista, quien es reconocido en el ámbito del cómic europeo por su dominio técnico y su vocación literaria, que lo han llevado a ser uno de los representantes de la nueva novela gráfica francesa.

Por otra parte Julien Guerrer, director editorial de la firma francesa en México, dijo que el proyecto data de 2013.

“El proyecto para publicar este tipo de libros coleccionables surgió hace cuatro años. La idea es retratar una ciudad de una manera diferente, como si fuera una novela gráfica, e invitar a artistas de todo el mundo para que nos propongan su visión de un destino, es la visión de Louis Vuitton, una visión creativa, de lo que es viajar

“México es una ciudad muy importante para nosotros, es una buena oportunidad para que rindamos tributo a este país que es maravilloso para los extranjeros y que podrán ver a través de nuestras páginas los clientes que tenemos en 60 países del mundo”, comentó.

Flâneur, es un término que sirve para definir la libertad y la ligereza de pasear por la ciudad y para el artista francés esa palabra podría definir la experiencia al realizar este proyecto.

“Sí, se podría definir como una experiencia flâneur el hecho de caminar y dejarme impregnar por todos los elementos y acontecimientos que me inspiraron directamente sin que fueran lugares emblemáticos de México, obligatoriamente”, agregó el nacido en Lyon, Francia.

“El proyecto surgió hace cuatro años. La idea es retratar una ciudad de una manera diferente, como si fuera una novela gráfica, e invitar a artistas de todo el mundo para que nos propongan su visión de un destino”. Julien Guerrer, Director editorial de LV en México

La muestra ofrece una mirada contrastada de las caóticas calles del Centro Histórico con los paisajes de la sierra de Oaxaca; las esquinas urbanas olvidadas con la vista aérea y agigantada de la ciudad; visiones que para Nicolas son difíciles de describir en su totalidad con una sola visita a México.

“Es difícil de responder en una frase, porque es un país tan rico y tan diverso, lo único que puedo decir es que me marcó esa gran cantidad de contrastes”, explicó el pintor de 50 años de edad.

El artista se dijo capturado por aquellas imágenes que reflejan el color.

“No tengo favorito, tengo varios favoritos, mis favoritas son las que tienen más color, pero que son las menos folclóricas. Los que pintan los detalles de una calle, de una banqueta o de un elemento urbano son las que yo prefiero. También me gusta mucho aquella que es un minisúper en Cuetzalan por que para mí representa algo muy típico de las calles de México”, apuntó.

Para la directora del MAM, Silvia Navarrete, esta muestra nos permite ver nuestras calles desde otra noción del tiempo.

“De Crécy trabaja con mucha finura y con un contraste de lo agigantado y caótico de la ciudad, a través de un dibujo fino y detalles del paisaje. Es como otra noción del tiempo, no el del tráfico y la inmediatez, es una narración literaria a través de la imagen”, comentó.

Para el ilustrador, México es definitivamente un destino que inspira a la creación artística.

“Tanto a nivel de luz y arquitectura, la ciudad es extraordinaria. A los europeos también nos marca mucho la altitud y finalmente estamos aquí a 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar, en Europa eso ya es una alta montaña. Y esa altitud da unas características de luz que son muy especiales”, finalizó.