Publican libro póstumo de Eusebio Ruvalcaba, Los ojos de las mujeres

A tres años de la muerte del narrador, poeta, ensayista, melómano, dramaturgo y tallerista Eusebio Ruvalcaba (Guadalajara, 4 de septiembre, 1951-Ciudad de México, 7 de febrero, 2017) aparece Los ojos de las mujeres. Aforismos desde el umbral (El Tapiz del Unicornio, 2019): cuaderno póstumo del autor de Un hilito de sangre (Premio Agustín Yáñez, 1991). Adagios y apotegmas que abordan el universo femenino, la música, el alcohol, los amigos, la figura paterna, la muerte y la soledad, entre otras de las obsesiones que marcaron la existencia de un escritor sui géneris de las letras mexicanas.

Hijo del violinista Higinio Ruvalcaba y de la pianista Carmen Castillo, sus publicaciones sobre Schubert, Beethoven, Brahms y Bach son más que todo una invitación contagiosa a la música de concierto: “No soy musicólogo, que término tan horrible. Lo único que me interesa es traducir las emociones que me inundan cuando escucho una sinfonía o un concierto, en palabras que puntualicen eso que sólo los grandes músicos hilvanan: la maravillosa resonancia de la delicadeza”, decía con frecuencia.

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El lector tiene en sus manos la impresión del manuscrito que Ruvalcaba le entregó, unos meses antes de fallecer, al editor de El Tapiz del Unicornio, José Antonio Lugo, como prueba de amistad para apoyar a un sello independiente que iniciaba su faena. Ninguno de los dos imaginó que se convertiría después en un libro póstumo.

"Rendimos tributo a un escritor que supo ganarse el cariño de miles de lectores, sobre todo jóvenes. Tres años de su muerte y publicamos el manuscrito que nos dejó. Colección de aforismos en que Eusebio celebra a la mujer”

José Antonio Lugo

Editor de El Tapiz del Unicornio

“Rendimos tributo a un escritor que supo ganarse el cariño de miles de lectores, sobre todo jóvenes. Tres años de su muerte y publicamos el manuscrito que nos dejó. Colección de aforismos en que Eusebio celebra a la mujer en los ámbitos del deseo, no exento de ironía y de lúdicas revelaciones”, comentó en entrevista con La Razón, José Antonio Lugo.

Tres prólogos: el tuyo, el de Vicente Quirarte y el de Ignacio Trejo Fuentes... Yo como editor explicó los orígenes del cuaderno; pero, Quirarte expone los resortes de la amistad con él, y Trejo abunda en el escritor rebelde que fue. Tres textos que acotan datos del Ruvalcaba que todos admiramos y queremos.

¿Es posible que  tilden estos aforismos de misóginos? No lo dudo. Pero, Ruvalcaba ve a la mujer desde los impulsos del deseo cuando escribe, por ejemplo, “A través de su cuerpo, la mujer revela la indumentaria de su espíritu”.  No hay ataque, sino lisonja a los atributos femeninos que despiertan avidez erótica. Cuestión hoy discutible, y quizás políticamente incorrecto.

¿La música como centro medular en su vida? Sí, el amor a la música está redundando en todo el libro. La sección “Silencio vs. oído”, lo pone de manifiesto.

¿La ironía como recurso expresivo? Lo irónico es un recurso medular en todos sus libros: poesía, ensayo y narrativa. En estos aforismos se hace patente, por ejemplo, cuando dice: “Hay cosas peores que estar casado con una mujer hermosa”.

¿Y también el alcohol? Fue, como dice Trejo, un ‘borracho de cinco estrellas’; pero, con el decoro de escribir esto: “Cuando digan de ti: ¡Que tufo de alcohol el de este miserable!, estarás llegando al límite de la estética.”

“Silencio vs. oído”

Por Eusebio Ruvalcaba

Alrededor de cada palabra existe un silencio. Un silencio indestructible. Cada palabra está rodeada de una gravedad que se apropia de nosotros  cuando sentimos el silencio que nos circunda. Si pronunciamos la palabra padre, en torno percibimos una gravedad trémula. Que no es la misma si pronunciamos la palabra madre. Algo cambia en rededor. Ese silencio teje ascuas. Arma figuras y modulaciones. Como la llama del pebetero. Cuya exaltación no comprendemos, pero respetamos. Así, curiosamente, cuando no entendemos el significado de las palabras nos quedamos con su música. Y su silencio. Los silencios que

entrecortan aquella palabra y que la vuelven inteligible.

Fragmento del libro.

Eusebio Ruvalcaba

Nació: 4 de septiembre de 1951

Murió: 7 de febrero de 2017

Profesión: Narrador, poeta, ensayista y dramaturgo

Galardones: Premios Cuento El Nacional 1977, por Antisonata; Punto de Partida de Teatro 1978, por Bienvenido, papá; Nacional Agustín Yáñez 1991 para primera novela, por Un hilito de sangre, Nacional de Cuento San Luis Potosí 1992, por Jueves Santo; y Nacional de Cuento Charles Bukowski 2004, por El despojo soy yo.

Los ojos de las mujeres

Autor: Eusebio Ruvalcaba

Género: Aforismo

Editorial: El Tapiz del Unicornio, 2019