Referencias de Bataille inspiran libro erótico

Referencias de Bataille inspiran libro erótico
Por:
  • carlos_olivares_baro

Maritza M. Buendía (Zacatecas, México, 1974) es una escritora enfocada en la geografía de las narraciones breves: año 2002, da señales de solvente oficio con La memoria del agua, el  cual revalida con En el jardín de los cautivos (2005), Premio Nacional de Cuento Julio Torri. El cuaderno de relatos Tangos para Barbie y Ken (2016) la hizo acreedora del Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen. Poética del voyeur, poética del amor. Juan García Ponce e Inés Arredondo (2013), Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas, marca su primera incursión en los terrenos de Eros.

[caption id="attachment_794104" align="alignright" width="185"] Gráfico: La Razón de México[/caption]

Aparece Jugaré contigo (Alfaguara, 2018), primera novela de Maritza M. Buendía enclavada en los espacios de lo sagrado, el amor y el erotismo. Secuela de Poética del voyeur... y de Tangos para Barbie y Ken; regodeos de ecos de Felisberto Hernández, Juan García Ponce y María Luisa Bombal, patentes en esta ópera prima novelística: presencia de concordias de Inmaculada o los placeres de la inocencia (Ponce), escoltada por ciertas coloraciones de  Georges Bataille y Pierre Klossowski.

A la autora de Rumores, gatos y otros cuentos (Argentina, 2015) le interesa explorar esos escenarios donde el goce se manifiesta anclado en filos de redundada degradación.  Susana, la protagonista de Jugaré contigo, disfruta de todas las desproporciones de la fruición: desde los retumbos del dolor hasta las impróvidas caras de los sabores desconocidos y los aromas de provocativas fantasías.

“En esta, mi primera novela, quise plasmar los distintos gestos de una joven de 21 años de edad, Susana, en los trances de la infancia y adolescencia para develar su visión del deseo en el diseño de su habla adulta en oposición articulada con su voz de niña. El deseo es un misterio de sombras desconocidas: me interesaba plasmar su relación con la naturaleza, su familia y sus noviazgos en el dibujo de un personaje sensual y sensible, acosado por lo impresionable como impulso de sus avideces corporales”, expresó Maritza M. Buendía a La Razón.

El Dato: Formó parte de la primera generación de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) en 2003.

¿Por qué ese arranque de incitante desborde erótico? Invitación al lector: quizás con el objetivo de hacerlo cómplice de una historia trazada en incitaciones. Inicio del juego que se desarrolla en los apartados posteriores. El personaje Levent y el pacto entre él y Susana, las muñecas, el aparador de Amberes... Capítulo, repito, para convidar a los lectores.

¿Susana se define en los presagios de la herencia simbólica que le deja su madre? Susana se arriesga por las rutas del deseo; antes de morir, su madre le dice que todas las mujeres de su estirpe conocen bien la ‘sabiduría amorosa’ que ella deberá descubrir  a través de unas muñecas y del manual que le deja: El libro de las muñecas muertas. Sí, hay una carga alegórica a través de toda la historia: referencias literarias y, asimismo, un despliegue de imaginerías  tentadoras.

¿Lewis Carroll, Felisberto Hernández, García Ponce, Bataille...? Sí, son muchas las referencias: anda por ahí Alicia, la atmósfera del uruguayo Felisberto Hernández, los espectros de García Ponce, la mirada de Bataille y otros universos que me obsesionan: el mundo de las muñecas, el fetichismo y las geografías confinadas.

¿Eros & Thanatos: madre y muñecas muertas, misericordia, veneración, búsqueda afectiva...? Imposible deslindar la relación entre muerte y erotismo. Susana y las muñecas restallan, retumban en el mundo imaginativo y perturbador de Levent en la experiencia inédita que enfrenta en el terreno de lo erótico cuando se encuentra con Susana, joven instigadora: dote del apetito carnal de quienes se extasían frente a la vidriera de Amberes.

[caption id="attachment_794103" align="alignnone" width="959"] Gráfico: La Razón de México[/caption]