Se presenta en México la polémica ópera El Gran Macabro de Ligeti

El pasado viernes 11 y el domingo 13 de octubre, dentro de la programación del Festival Vértice 2019 organizado por UNAM y el 41 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enriquez del INBAL, respectivamente, se estrenó en México la ópera El gran macabro del compositor húngaro György Ligeti (1923 – 2006): suceso extraordinario en el ámbito de la música en nuestro país. “Clásico innovador” que conjuga en escena elementos de la tradición operística, el video arte y la música coral e instrumental, lo cual deriva en una obra descomedida y transformadora.

Composición de Ligeti que hace guiño a Bach, Mozart, Offenbach, Beethoven, Monteverdi, Rossini, Verdi y bel canto desde un proyecto vanguardista en que las variaciones estilísticas desfiguran los sentidos originales en la suscripción de una prosodia  cáustica y burlesca. Libreto basado en el drama La balade du Gran Macabre del autor flamenco Michel De Ghelderode, ataviado de cifras escatológicas y sadomasoquistas: lo grotesco al servicio de una concepción extravagante y burlesca sobre la muerte y la inconsistencia de la vida.

El director concertador Ludwig Carrasco expresa: “Ligeti desentierra testimonios musicales del pasado en contrastes. Se escucha una melodía y de repente el oído se va contra otra y descubre algo totalmente distinto. Hay que poner atención porque el cerebro está captando mucha información y al combinarla se encuentra algo totalmente nuevo. La riqueza musical de esta obra, radica en eso”.

[caption id="attachment_1029884" align="alignright" width="269"] Foto: Especial[/caption]

Cuatro iconografías escenográficas: 1. Cementerio en ruinas. Un borracho. Una pareja de amantes. Nekrotzar, el gran macabro, sale ebrio del sepulcro y anuncia la muerte y el fin de los tiempos. / 2. Casa de Astradamors. Escenas sadomasoquistas. Alegatos contra la humanidad. / 3. Palacio del príncipe Go-Go. Pelea grotesca entre Ministro Blanco y Ministro Negro. Anuncio de la llegada del día de la ira y del juicio final. Oscuridad total. Caída de Nekrotzar. Se escucha el coro femenino que interpreta Consumatum est! / 4. Go-Go se cree el único ser vivo. Desaparición de Nekrotzar. Alabanza a la felicidad, al placer, al amor, al presente. Danza que vitorea la felicidad.

“Esta ópera estrenada en Estocolmo en 1978 es una providencial anomalía por donde se la vea. O, mejor dicho, por donde se la escuche. Los espectadores asisten a una colosal ‘anti-antiópera’. Es Decir: una gran ópera. Inmensa y genial. Acaso la última que puede recibir esos calificativos”, precisa el director del Departamento de Música de la UNAM, Gerardo Kleinburg.

Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata de la UNAM –batuta, Ludwig Carrasco--, Coro de Madrigalistas de Bellas Artes,  Coro Universitario Estudiantil Staccato, dos sopranos, dos mezzosopranos, dos tenores, cinco barítonos, bajo-barítono, contratenor y videoartes (arquitecto Óscar Enriquez) sostienen esta puesta en escena: concierto multimedia  subversivo, obsceno, irreverente, masoquista y radical. Indiscutiblemente, el más trascendente espectáculo  musical presentado en México en los últimos años.

Alegoría surrealista del final de los tiempos: apocalíptica mirada de la progresión de la vida. Gritos, eructos, onomatopeyas, tabaleos de bongoes, zarandeos armónicos, modulaciones del cabaret, silbatos, fonologías divergentes, agitados motetes, solos de órgano eléctrico: “El gran macabro no escatima recursos, variantes, propuestas, provocaciones y parodias para pintar acaso uno de los grandes frescos sonoros de la condición humana jamás realizado”, reitera Kleinburg.

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