Sheridan aborda al Octavio Paz “seductor y progresista”

Sheridan aborda al Octavio Paz “seductor y progresista”
Por:
  • larazon

Foto Tomada de Acd. Mexicana de la Lengua /Especial

Circula en librerías un nuevo manual del ensayista, narrador, cronista y académico Guillermo Sheridan (Ciudad de México, 1950), Habitación con retrato (Ediciones Era/Conaculta, 2015): segundo volumen de la tetralogía sobre la vida del Premio Nobel de Literatura mexicano. “Ya casi concluyo la tercera parte que espero presentar el próximo año, Los Idilios salvajes, y estoy pensando, es posible, en una cuarta parte que abordará la etapa final de la poesía del autor de Libertad bajo palabra”, comentó para La Razón, quien es considerado uno de los más prestigiosos especialistas en poesía mexicana moderna.

Si en Poeta con paisaje, Sheridan exploraba la infancia y juventud de Paz; ahora —en esta suerte de indagatoria y continuación biográfica— se detiene en La ira, la crica, la risa (la poesía y la furia), Cuadros de familia (abuelo, madre, padre, esposa, hija...), Corresponder (cartas con José Bianco, Octavio G. Barreda, Charles Tomlinson, Carlos Fuentes, Pere Gimferrer...), Calendarios, calles, casas (hacer revistas, amistad con Efraín Huerta, la India, Afganistán...): periodos cruciales de la vida del fundador de Vuelta.

“Mi principal fuente es la obra poética de Paz, leyendo sus versos uno descubre momentos trascendentes de la historia del siglo XX mexicano: el preparatoriano de San Idelfonso: testigo del nacimiento del México moderno; el participante en Yucatán en los proyectos del presidente Lázaro Cardenas en búsqueda de una fraternidad social; lector de Marx pero, más que todo, de Engels; no hay que olvidar sus coqueteos, incluso también con el anarquismo; el buscador de cifras ocultas de México en la selva de Campeche al lado de chicleros... Estudiante perseguido que sufrió la cárcel, participación en la guerra civil española...: Paz es un personaje fascinante, experimentó todo lo que los jóvenes de hoy ponderan, creo que estuvo siempre acosado por un afán excesivo de adagio libertario”, puntualiza Sheridan.

El lector tiene en sus manos un atajo gradual de rigurosa puntualidad en los itinerarios de un escritor clave de la lengua española. La curiosidad intelectual como protagonista: río reflexivo escoltado por preocupaciones metafísicas, surrealistas, ontológicas (la gnosis del ser y la caída), antropológicas, históricas y políticas. “Presento a un hombre, a un intelectual, un pensador que sucumbe ante la pasión: se enoja, agrede, polemiza, se pelea, aglutina seguidores... Iracundo y seductor, capaz de celebrar el cuerpo femenino, ávido de amor y de amar; no entiendo las razones de algunos por desdeñarlo”, abunda el miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

Recorrido que es una invitación a penetrar los folios de la obra poética y ensayística del Premio Cervantes 1981. Figura polémica, insoslayable en el panorama cultural de Hispanoamérica, ciertos sectores de la izquierda mexicana cuestionan su “posición reaccionaria” y su alejamiento de las “causas sociales”.

“Paz fue siempre un intelectual crítico de las desigualdades sociales. Se alejó, eso sí, del totalitarismo soviético y del castrismo, pero nunca de la verdad.

No hay una sola señal en él de reaccionario o derechista, su tendencia osciló siempre hacia ideas progresistas. Fue cercano al espíritu disidente de los jóvenes. Después de Tlatelolco dijo: ‘Ojalá el régimen mexicano aprenda de los jóvenes’. Tengo la esperanza de que estos apuntes míos sean un camino para que los lectores descubran una vida marcada por la pasión.

Necesitamos de los poetas para conversar en la intimidad con ellos”, precisó el Premio Xavier Villaurrutia 1989 por Un corazón adicto: la vida de Ramón López Velarde.