Tokio 2020

Barega, sucesor de Farah en 10 mil metros

En los últimos días se decía que Uganda de la mano del campeón mundial Joshua Cheptegei sería el vencedor en dicha competencia, pero se quedó atrás del etíope y se tuvo que conformar con la plata

El etíope celebra con los brazos en alto, ayer, después de llegar a la meta.
El etíope celebra con los brazos en alto, ayer, después de llegar a la meta.Foto: AP
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Con la ausencia de la leyenda del atletismo, Mo Farah, de los Juegos Olímpicos de Tokio en la disciplina de los 10 mil metros, el mundo del atletismo estaba expectante de conocer quién sería el nuevo dueño de la medalla de oro de una justa veraniega y un joven de 21 años de Etiopía llamado Selemon Barega sorprendió al colgarse la presea dorada.

En los últimos días se decía que Uganda de la mano del campeón mundial Joshua Cheptegei sería el vencedor en dicha competencia, pero se quedó atrás del etíope y se tuvo que conformar con la plata.

Cheptegei lució un poco confiado al inicio de la carrera, pero al paso de los minutos se le observaba confundido, pues Barega no se le despegaba y dicha derrota rompe con una de sus mejores rachas, en las que destacan la plata en el Mundial de Londres 2017 y el oro en el de Doha 2019; en Río de Janeiro 2016 terminó en el sexto paldaño, pero tambien llegaba como uno de los favoritos.

El etíope Selemon Barega ganó la primera medalla del atletismo en los Juegos Olímpicos de Tokio tras imponerse en la final masculina de los 10 mil metros.

Barega logró una clara ventaja en la última vuelta y cruzó la meta primero con un tiempo de 27 minutos y 43.22 segundos, por delante del campeón mundial, el ugandés Joshua Cheptegei, quien también ostenta el récord mundial de la disciplina y paró el reloj en 27:43.63. El también ugandés Jacob Kiplimo se conformó con el bronce.

Barega releva en el trono a Mo Farah, quien dominó la prueba en los dos últimos Juegos, pero no consiguió plaza en el equipo británico de atletismo para Tokio.

Un tema que trascendió fue observar el estadio completamente vacío, sin escuchar el bullicio de la gente que cada cuatro años espera ver una competencia de Atletismo, uno de los deportes favoritos en cada edición de los Juegos Olímpicos.