Camorra, de vender refrescos a estrella del ring

Camorra, de vender refrescos a estrella del ring
Por:
  • larazon

Fotos Jorge González La Razón

La Arena México ha sido su lugar de trabajo desde los 9 años... pero en dos facetas contrastantes. Su niñez y su juventud las vivió en las tribunas del inmueble de la colonia Doctores vendiendo tortas y refrescos a la afición. Hoy es parte del elenco del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y va en camino a convertirse en una estrella. Su nombre es Camorra.

Rudo de los pies a la cabeza, confiesa a La Razón que nunca se imaginó que sería un luchador profesional y relata los problemas a los que se enfrentó. “Yo nunca pensé que fuera a ser luchador, te lo juro. Nunca pasó por mi mente. Para serte sincero, yo era muy chillón, cualquier mono me pegaba; pero la lucha libre me hizo cambiar mi actitud. Sacó mi carácter”, dice el gladiador, quien lleva 10 años dedicándose al deporte de los costalazos, cinco de ellos como miembro del CMLL.

“Yo trabajaba aquí, en la arena, vendiendo tortas y refrescos. Luego comencé a entrenar, pero poco a poco se volvió una pasión”, agrega. Camorra no tenía en sus planes dedicarse a la lucha, pero una situación personal lo empujó.

“Yo no luché en otros lugares. Es algo muy chistoso, porque yo practicaba la lucha, pero nunca la desempeñé, no lo tenía pensado. Lo que me trajo a ser luchador fue una etapa de depresión que tenía; sabía que tenía que salir de ella y me dediqué a entrenar fuerte, hasta que el señor José Luis Feliciano (su primer entrenador) me dijo ‘estás listo para luchar’ y debuté en la Coliseo el 23 de noviembre de 2008”, platica el rudo, que tiene como ídolos a verdaderas leyendas del pancracio nacional, como Sangre Chicana y Daniel López el Satánico (quien también fue su entrenador).

Camorra piensa que luchadores de esa categoría ya no existen, pero admite que uno de sus objetivos es emularlos y dejar huella en los aficionados como un rudo de ese nivel. “Yo creo que como esos luchadores ya no hay, pero mi personalidad sí se asemeja a la de los luchadores de antes y trato de tener esa misma mentalidad. Siempre he sido rudo, porque así es mi carácter: explosivo, enojón, peleonero, irónico, burlón... por eso el nombre de Camorra”, explica.

El luchador capitalino, que terminó entre los cinco primeros lugares en el concurso de fisicoculturismo del CMLL en 2008 y 2009 y participó, junto con Atlantis, en el torneo Gran Alternativa 2009, habla de lo difícil que ha sido su camino en el deporte. “Al año de que debuté tuve una fractura que me tuvo fuera algunos meses y tardé en volver a luchar; hasta ahorita retomé mi puesto, pero desgraciadamente dejé pasar luchadores y lo que quiero es alcanzarlos para ser una de las estrellas de la Arena México”, expresa Camorra ilusionado.

“Para lograrlo ya no debo mirar hacia atrás sino hacia adelante; solamente quiero triunfar. Hay un dicho que siempre me ha gustado: ‘el dolor de hoy es el éxito y el triunfo de mañana’. Siempre he pensado así y ése es mi lema”, comenta el hombre que dejó las tribunas para festejar sus triunfos arriba de los encordados de la catedral de la lucha libre.