Carapaz, una Locomotora en el Giro de Italia 2019

“El campo es duro y el campo fue el que le enseñó a ser fuerte y disciplinado”, así lo dijo Ana Luis Montenegro, madre del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz, quien antes de los 15 años alimentó sus sueños de dedicarse a pedalear gracias a una bicicleta que sí tenía ruedas, pero no llantas, ni asiento. Ayer se convirtió en el segundo sudamericano en coronarse en el circuito que dura tres semanas alrededor de Italia, después del colombiano Nairo Quintana, quien ganó en 2014; y es el primero de Ecuador que consigue dicha gesta.

Las montañas y el clima de su natal Tulcán, ubicado a 2 mil 980 metros sobre el nivel del mar, al norte de Ecuador, justo en la frontera con el sur de Colombia, lo curtieron para que las inclemencias de una competencia como lo es el Giro de Italia no lo mermaran; la abundancia en agua y las largas etapas llanas no hicieron mella en el tulcaneño.

El atleta del equipo Movistar conquistó su primer gran competencia al término de un contrarreloj, por Verona, ganada por el estadounidense Chad Haga (Sunweb). El carchense, en la clasificación general, quedó por delante del italiano Vincenzo Nibali, dos veces ganador de la competencia, y del esloveno Primoz Roglic, quien por primera vez se subió al podio de una gran vuelta, arrebatándole el tercer lugar al español Mikel Landa.

“No sé qué decir, es un sentimiento único. Creo que para mí es el triunfo más grande que he podido lograr en mi vida. Es la recompensa a todos los esfuerzos y sacrificios. Se lo debo a mi equipo, que me ha ayudado a conseguir este Gran Giro de Italia”, dijo el atleta ecuatoriano, de 26 años de edad.

La Locomotora del Carchi finalizó en el puesto 36, a un minuto y 12 segundos de Haga, en el lugar 21 de la jornada de ayer. Un contrarreloj de 17 kilómetros que terminó en el antiguo anfiteatro de Verona. Cabe mencionar que el sudamericano apenas el año pasado culminó en la cuarta posición, en la que fue su segunda participación en el certamen.

En este Giro acumuló dos triunfos parciales, en Frascati (cuarta etapa) y en Courmayeur (14ª), vistió durante ocho días la maglia rosa, luego del golpe de poder que dio a los pies del Mont Blanc. Al final de la edición 102 de la competencia fueron un total de cuatro ciclistas (Roglic, Valerio Conti, Jan Polanc y Carapaz) los que se pintaron de rosa.

Richard, hijo de campesinos, se ha convertido en ídolo de toda una región que ve en el colombiano Quintana, en el costarricense Andrey Amador, quien repitió, como en 20014, con Naironman, la gloria del Giro; y en el carchense, las esperanzas.

En Ecuador su victoria fue éxtasis. La televisión nacional consiguió los derechos de retransmisión de las dos últimas etapas y el presidente, Lenín Moreno lo anunció con orgullo en Twitter, provocando concentraciones de su comunidad en las principales plazas de las grandes capitales.

A Italia viajaron su mujer, Tania, y sus hijos, Aimy Sofía (2 años) y Richard Santiago (5). Su nena llevó una maleta rosa con la inscripción “Papá es mi héroe”. Así fue como Carapaz, quien en un documental realizado por Movistar expuso: “los sueños no están hechos sólo para verlos reflejados como en un espejo; los sueños se hicieron para cumplirse”, ayer volvió a ondear la bandera ecuatoriana; como había sucedido con el triunfo del tenista Andrés Gómez ante Andre Agassi, en la final de Roland Garros de 1990; o con la medalla dorada del marchista Jefferson Pérez en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

Richard Carapaz

Nacimiento: 29/05/1993

Nacionalidad: ecuatoriana

Debut Pro: 2016

Años en el equipo: 3

Trayectoria Profesional:

2016-2018: MOVISTAR TEAM

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