Ciudad con misticismo y riquezas ancestrales

Por Mauricio Alvarado

mauricio.alvarado.razon@gmail.com

Lo que hoy es conocido como la zona Polokwane tuvo un pasado ajetreado en el que el misticismo era la constante. Los alrededores del también centro económico y cultural sudafricano hunden sus raíces en la mitología y resuenan con los ecos del baobab, el árbol más grande de África.

Es la tierra del pueblo mapungubwe, que floreció durante la edad de hierro, y de Modjadji, la reina de la lluvia del siglo XVI.

Los pobladores nómadas de la edad de piedra, los asentamientos de la edad de hierro y las migraciones europeas forman parte de la historia de Polokwane.

Los mapungubwe se asentaron en esta área hace 2 mil años. Este pueblo mantenía relaciones comerciales con las antiguas civilizaciones de China, la India y Egipto, a las que pagaba con oro. La región de Mapungubwe, declarada patrimonio de la humanidad, se encuentra en la confluencia de los ríos Limpopo y Sashe y limita con Zimbabue, Botsuana y Sudáfrica. En este lugar se documenta la civilización que vivió en la zona desde el año mil hasta el mil 300 de nuestra era.

Entre el misticismo de su cultura y riqueza ancestral Polokwane, que significa “lugar seguro” ofrece un sinnúmero de eventos históricos que lo hacen atractivo. Antes esta región tenía el nombre de Pietersburgo.

Entre los sitios de interés se encuentra el Museo al aire libre Bakone Malapa Northern Sotho, que introduce a sus visitantes a la vida diaria de los bakone, una tribu muy sofisticada que forma parte de los Sotho.

El futbol profesional llegó a este sitio en 1995, año en el que el Real Rovers ascendió a la premier league. Desde entonces otros dos equipos de la provincia de Limpopo han jugado en la máxima categoría: Dynamos y Black Leopards, aunque ya han descendido.