El Clásico de Otoño está 3-1 a favor de los Indios

El Clásico de Otoño está 3-1 a favor de los Indios
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Que no se te pase:

 Sólo ondea la "W" y espera lo mejor

Un pitcheo hermético, con la fórmula exitosa de Terry Francona, que le entregaron Corey Kluber y Andrew Miller, además de una ofensiva que mantuvo encendido el ataque en todo el partido con dos jonrones, le abrió la puerta a los Indios de Cleveland para ganar 7-2 a los Cachorros de Chicago y acariciar el título en la Serie Mundial, ante un equipo local que sigue gélido con el madero.

Los Cubs decidieron no esperar demasiado para que Kluber se hiciera dueño de la escena y el primer bateador al que se enfrentó, Dexter Fowler, le conectó doblete por el izquierdo que por poco captura Rajai Davis, y luego fue llevado al plato con un sencillo de Anthony Rizzo para encender los ánimos en el Wrigley Field y con la primera carrera de los Cachorros en casa en un Clásico de Otoño tras 71 años de espera.

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Pero Kluber corrigió y a partir de la misma segunda entrada, empezó a imponer la ley y el orden, mientras sus compañeros iban rescatándolo poco a poco.

En la apertura de la segunda entrada, Carlos Santana se enredó con la esférica y la mandó del otro lado de la cerca por el right-center para empatar de golpe y porrazo el partido 1-1. Pero eso no sería todo en la entrada.

Kluber ayudó a su propia causa al batear un difícil rodado dentro del cuadro que forzó el error del antesalista de Chicago, Kris Bryant, y desde la intermedia Lonnie Chisenhall se avivó y en medio de la confusión, pisó el pentágono para poner la pizarra 2-1 a favor de la tribu.

Una rayita más se produjo en la parte alta del tercer capítulo, cuando Francisco Lindor dio sencillo para el jardín central, que permitió a Jason Kipnis anotar y agrandar la ventaja a 3-1 para los Indios.

En la parte alta de la sexta entrada, la tribu añadió una carrera más. Chisenhall conectó un elevado de sacrificio, profundo, al jardín central, que llevó a Francisco Lindor a la registradora para el 4-1 en la pizarra.

En ese mismo capítulo, en el cierre, Rizzo abrió con doblete al izquierdo, un batazo que estuvo cerca de irse de jonrón, pero se estrelló con la parte alta del muro. Lo lamentable para su causa fue que ninguno de sus tres subsecuentes compañeros logró empujarlo y suspiró en la intermedia por la ausencia de ese oportuno hit.

En el séptimo episodio, con el golpe matador, vino Kipnis a la caja de bateo ante el cuarto lanzador de los Cachorros en el partido, Travis Wood, y sacudió sendo cañonazo por todo el derecho para silenciar de fea forma el Wrigley Field y poner una ventaja casi inalcanzable de 7-1, llevándose por delante a Coco Crisp, quien como emergente bató doblete, y a Davis para sellar el juego.

Todavía en la parte baja del noveno rollo, Dexter Fowler conectó un cuadrangular solitario para poner la pizarra en 7-2.

Kluber se apuntó el triunfo al transitar seis entradas en las que permitió cinco imparables, toleró una carrera, abanicó a cinco y caminó a uno. Lackey cargó con el reveés en una labor de cinco entradas en las que le hicieron tres carreras en cuatro hits, uno de ellos jonrón, ponchó a cinco y dio un boleto.

Cleveland, de ganar este domingo, le pondría fin a su propio maleficio de 58 años sin conquistar un gallardete de la Gran Carpa, de lo contrario, la Serie Mundial regresaría al Progressive Field para un sexto encuentro.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 C H E

CLEVELAND 0 2 1 0 0 1 3 0 0 7 10 0

CHICAGO 1 0 0 0 0 0 0 0 1 2 7 2