Desconciertos

Desconciertos
Por:
  • rogelio_garza_quinones

Los conciertos en todo el mundo se ven amenazados por la inseguridad, el terrorismo y el sexismo. Justo cuando los músicos dependen de las presentaciones en vivo para sobrevivir, gracias al nuevo orden digital que los despoja de las utilidades de su música y los pone en peligro de extinción, ir a un concierto se convierte en actividad de riesgo.

En julio, durante el festival musical Bravalla Fest en Suecia, la policía atendió una veintena de ataques sexuales y cuatro violaciones, por lo que se decidió cancelar el festival en 2018. En seguida, la comediante y conductora de radio Emma Knyckare lanzó la propuesta de “El primer festival cool libre de hombres. Hasta que aprendan a comportarse”. La idea cobró fuerza entre el feminismo radical y han confirmado la realización del man free fest el próximo año. Algunos opinan que esto es un error y que (aquí entra el sesgo racial) la mayoría de los ataques han sido perpetrados por refugiados musulmanes. En el Festival de Glastonbury, Inglaterra, también abrieron The Sisterhood, un espacio reservado para las mujeres. Quienes pasamos por colegios que segregaban a los hombres y las mujeres —como en cárcel o campo de concentración—, sabemos que un concierto sin mujeres o sin hombres, es un triste concierto sin rock o sin roll. Unas y otros somos esenciales en la ecuación.

El terrorismo de ISIS rockeó el 13 de noviembre de 2015 en Francia, durante el concierto de Eagles of Death Metal en el teatro Bataclán de París, en el que murieron ochenta y nueve inocentes. Después bailó en el concierto de Ariana Grande en Manchester, el 23 de mayo de 2017, donde murieron veintidós asistentes. Grande se presentó en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México el 12 y 13 de julio, en medio de un dispositivo de seguridad policiaco-militar antiexplosivos. Días antes se difundieron las medidas de seguridad extrema en las que se prohibía llevar todo y hacer cualquier cosa. Casi hubo que entrar desnudo y permanecer quietos y mudos. Luego canceló dos presentaciones en Monterrey, por “fallas logísticas” del espectáculo Disney On Ice.

Durante los conciertos de King Crimson en el Teatro Metropolitan se suscitó la polémica porque el grupo trajo a un gorila “intimidador, culero, mala onda y con cara de muy pocos amigos” —comentó el buen José Xavier Návar—, que se dedicó a sacar a quienes, tras la advertencia de Robert Fripp, osaron sacar su celular durante la presentación. Este asunto merece una columna aparte, son tan molestos quienes sacan sus celulares como los elementos de seguridad que tratan de someterlos por cualquier motivo. ¿Ir a un concierto musical segregado, amenazado, advertido, restringido, vigilado, limitado y prohibido? ¿Qué le queda a los asistentes y a los músicos? El puro desconcierto.

* En La Canción # 6 sobre Oaxaca mágica y musical, el mezcal causó estragos y el afectado fue el periodista Rodrigo Islas Brito. Le enviamos un saludo desde acá.