Disidencias culturales

Disidencias culturales
Por:
  • alejandro_de_la_garza

Luego de una semana de permanecer en su nido leyendo las transcripciones de las audiencias públicas “oficiales” sobre la iniciativa de ley de cultura, el rastrero pide esquina, un poco de aire y está a punto de tirar la toalla. Ante tal galimatías, hartos temas (técnicos, financieros, legislativos, políticos, burocráticos) y participaciones tan variopintas, el venenoso compadece a quienes tienen la tarea de procesar esa información (¿funcionarios, expertos, operadores, burócratas?).

Como premio de consolación, el arácnido les sugiere rescatar algunas joyas de la grilla política enterradas entre tanto palabrerío, como ocurrió durante la audiencia realizada en Puebla el 30 de junio, cuando el presidente de la Comisión de Cultura del Senado, el panista Javier Lozano (of all our culture men), se da tiempo de felicitar afectuosamente al gobernador de esa entidad por ser día de su cumpleaños (happy birthday Moreno Valle).

Mientras tanto, y sumadas a las trece reuniones de discusión del tema organizadas por el Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, el escorpión escucha otras voces en la discusión. El portal horizontal.mx, por ejemplo, durante su Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo, elaboró un cuestionario para indagar la “Razón política de la gestión cultural del Estado”. Una veintena de artistas, intelectuales y académicos respondió a interrogantes sobre del papel del Conaculta durante sus 27 años de existencia y las perspectivas de la Secretaría de Cultura. La información se encuentra en http://sitac.horizontal.mx/cuestionario/29

El alacrán destiló su veneno al leer el libro de Eduardo Cruz Vázquez Sector Cultural. Claves de acceso (Editarte, 2016). El autor acusa falta de políticas públicas y califica de fracaso no haber diseñado una reforma cultural, sin la cual la Secretaría será otro ente burocrático. Incluso sugiere extender la aprobación de la ley de cultura hasta el próximo sexenio. Cruz Vázquez destaca el potencial económico de la cultura y exige liberar recursos para dejarla crecer y ya no mantenerla encorsetada por un modelo organizativo de principios del siglo XX y una burocracia nacionalista digna del más rancio priismo. La cultura liberal no llegó al Estado en este ramo, insiste.

El escorpión vuelve a su oquedad en lo alto del muro pensando en el 2.8 por ciento del PIB generado por el sistema cultural en México. ¿Será?