"Ecos de esa luz sin máscaras"
VOY HACIA ESA LUZ
Voy hacia esa luz
donde no hay ecos
Sigo una línea sombría
voy derecho por mi veta
de caracol concéntrico
Voy hacia esa luz
y me agosto mudamente
Retiro cada una de las capas
una y otra y otra vez
Después otra
Así sucesivamente
Un trabajo a contra luz
Una ordenanza diligente
Continúo
Y a veces
no sé si llegaré
Me disuelvo y cejo en mí
Intento no caer en mí mismo
Sé de las tareas
Sé de los intentos de otros
Que no lo lograron
Voy hacia esa luz
como un alumno que repite
una y otra y una vez más
la lección complicadísima
repito fórmulas repito nombres y fechas
Repito una a una las historias
el campo de tragedias incontenibles
el campo mas no enhiesto
de lamentaciones de estupores
balidos cremaciones
La tesis una vez más
los hemistiquios del magister
repito en la regadera
en la cocina en la azotea
mi campo infinito a contener
Siento una vez más esa fuerza
pienso que puede crecer acalorada
pero cede a mí mismo a mi peso
Cae en mi línea oculta
En ese arrecife donde hay voces
Pierdo la esperanza me disuelvo
Como un eco que aún las aves oyen
Me descentro voy hacia arriba
A esa luz con mi espuma de coquille
Como un tibísimo y húmedo cartílago
Sigo encontrando ecos en mí
ecos de esa luz sin máscaras
sin pasos en falso que insistan
en esa obstinación aérea
que quiere robar un ápice de espacio
Sigo en esa obstinación de morar
esa estimación que desfallece
por mí mismo por continuar
los pasos en aliento centrífugo
el devaneo como una tonadita
Una música monótona
que moja y se expande
una tibieza de mollera
una firmeza entre valvas
Sigo ante mí y veo la luz
la danzarina la expectante
mientras todo a mi alrededor
es fúnebre y umbrío
cede ante mí y mi obstinación
¿De dónde viene este vigor
a qué debe su continuo rasgar
su inequiparable deambular?
¿De dónde viene esta ineluctable
esta en sí misma nave y tripulante?
Voy a esa luz insisto
si no he de llegar
no importa el aroma a cobre
en mis manos ni el chasquido
de aquel látigo que es la envidia
Voy a esa luz
y quizá antes me dé alcance
la muerte y quizá llegue a la salida
quizá fenezca en el interior
de mi caracola de plata
Quizá haya que desmembrarme
ante la luz quizá la luna
sea testigo de esta muerte abisal
quizá uno mismo sea testigo
de su fracaso desde el cuarto verso
Y sigue en su trasunto mineral
en su declinación y caligrafía exacta
Sigo en silencio el camino
la senda curva herida de agua
Con orugas de espuma voy a esa luz
que se apaga
EL BUITRE
Como si pensara atacar
de un momento a otro
Con la mirada enhiesta
sabe todos los secretos
Detrás de sus ojos hay
una frialdad que sosiega
Su plumaje una corriente
de seda y nieve
Sabe lo que ningún corazón
y vela los temores
Algunos lo llaman vulture
Bastante poco para él
Sale a cazar de día y
es huésped de la noche
En su montaña
es inasequible
Aún me mira fijamente en
su oblicuo devenir
Como un arpa levísima
me toma
Ya estoy lejos