El escorpión influencer

El escorpión influencer
Por:
  • alejandro_de_la_garza

Entrado el 2018, el alacrán observa desde las vigas del techo el agitado movimiento político electoral desatado en redes sociales por las precampañas electorales. Ahí están los influencers, personajes con miles de seguidores en facebook, twitter, instagram y demás redes sociales, dispuestos a subastarse al mejor postor para promover a tal o cual candidato. Hasta un influencer juvenil, promotor de los productos Disney entre los infantes, ya se ha ganado sus bonos por apoyar al precandidato priista, le informan al rastrero.

El arácnido recuerda el caso de los comentaristas de televisión a quienes el Partido Verde pagó jugosas sumas de dinero por promover su agenda en twitter. De entre ellos, destaca el conocido como Facundo, quien dio a conocer cómo los representantes del Verde lo presionaron y le ofrecieron dos millones de pesos por “tuitear dos cosas” en las campañas de 2015: “Me hablaban y me decían: ‘¿Cuánto quieres por tres tuits?’. Y yo les decía, ‘no quiero nada’.”

El asunto se complica ante la casi inexistente regulación en la materia para internet, según lee el escorpión en el artículo Elección 2018: la política en spots o en Internet, de Francisco Zorrilla (www.nexos.com).

 

¿Es legal pagar a los influencers con fines políticos, tal como lo es para anunciar cualquier otro producto?

 

Pero no se piense en el venenoso como otro de los detractores de las redes sociales o como uno más de quienes exigen acallarlas por haberles quitado el monopolio de la voz a los poderosos. Al contrario, el alacrán coincide con lo estipulado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial: “Internet posibilita un ejercicio cada vez más democrático, abierto, plural y expansivo de la libertad de expresión y, por ello, cualquier medida que pueda impactarlo, debe estar orientada a salvaguardar la libre interacción entre los usuarios, como parte de su derecho humano a la libertad de expresión”.

Entonces, ¿cómo evitar o al menos detectar no sólo los “bots” y “trolls” creados con la intención de dañar a tal o cual candidato, partido o movimiento, sino también la venta de cuentas de twitter por parte de estos influencers al mejor postor político? ¿Es legal pagar a los influencers con fines políticos, tal como lo es para anunciar cualquier otro producto?

Aquí algunos datos para la reflexión sobre los pagos hechos, por cada tuit promocional, a diversas celebridades o influencers: Kim Kardashian: nueve mil dólares; Mike Tyson: tres mil 250 dólares; Lindsay Lohan: dos mil 353 dólares; Daddy Yankee: mil 950 dólares; Jaime Camil: mil 300 dólares; Pepe Aguilar: 780 dólares; Carlos Salcido: 120 dólares; Lionel Messi: 159 dólares; Javier Maza Rodríguez: 90 dólares.

Ante lo evidente, el escorpión recuerda a los interesados que ya rebasó los mil seguidores en twitter.