Expertos en la feria

Expertos en la feria
Por:
  • alejandro_de_la_garza

Hasta el fondo de su grieta en el muro llega al venenoso la alharaca. El bullicio altisonante mantiene el ambiente tenso, los ánimos crispados, la atmósfera vibrante y eléctrica. Es la discusión de los expertos —le informan al alacrán—, quienes blanden sus combativas y plurales opiniones como espadachines en duelo. Expertos en trenes, aeropuertos, agua, ecología, inversión extranjera, comisiones legislativas, seguridad, fuerzas armadas, políticas públicas, encuestas, consultas y más... Expertos emergentes por todos lados.

El escorpión recordó entonces aquella vieja descripción de los periodistas como aprendices de todo y maestros de nada. Por aquellos años, alguien más le sugirió “estudiar otra profesión: historia, sociología o filosofía”, para luego dedicarse al periodismo, si eso lo atraía, pero sólo como una tarea agregada a alguna especialidad bien reconocida. Acaso en aquel momento el arácnido debió seguir ese consejo para convertirse en experto en algo, además de pasar cuatro años estudiando las ciencias y técnicas de la información y la comunicación, allá por los años setenta del siglo viejo.

El venenoso quiso entonces escuchar a los expertos y recorrió con parsimonia la versión 18 de la Feria Internacional del Libro del Zócalo en la capital, una fiesta de los libros —como suelen describir una y otra vez todas las ferias nuestros ocurrentes periodistas culturales—, caracterizada esta vez por su pluralidad y por la asistencia

de los de uno y otro bando. Y aun algunos más.

"El venenoso quiso escuchar a los expertos y recorrió con parsimonia la Feria Internacional del Libro del Zócalo en la capital".

Al rastrero le pareció atractivo encontrarse ahí a representantes de la comentocracia y la intelectualidad socialité, a los escritores refinados y a los cultos de caviar, compartiendo foros y presentaciones con escritores populares, periodistas de combate, representantes y brigadistas partidarios. Todos con el objetivo de compartir libros y lecturas, de pronunciar sonoramente críticas y apoyos.

El escorpión pudo observar ahí a los expertos en el PRI, las estructuras de Estado mexicano, el (neo)liberalismo y la llamada transición mexicana, presentar y realizar lecturas de sus obras junto a nuevos expertos en movimientos sociales, demandas populares, movilización social y resistencia. Tirios y troyanos unidos y también enfrentados por la cultura (y la grilla) del libro y la industria editorial.

El alacrán se consoló pensando en sus expertises (que sí las tiene), en temas sobre los cuales escribe con regularidad: industria editorial, historia y crítica literaria, literatura mexicana, cultura y periodismo cultural. Con la tranquilizadora sensación de sentirse un experto más de visita en la Feria, el escorpión reptó de vuelta a su nido.