Incertidumbre del periodismo

Incertidumbre del periodismo
Por:
  • alejandro_de_la_garza

El escorpión terminó la semana entonando un pastiche: “Canta, ¡oh musa!, la pena del periodista independiente, escribiendo a destajo para llegar a fin de mes”. Todo luego de leer el reporte donde se destaca a la Ciudad de México como una de las urbes donde las rentas son más altas, o, más precisamente, donde se requiere un mayor porcentaje de los ingresos de sus habitantes para pagar el alquiler de un inmueble. De las treinta ciudades analizadas (www.rentcafe.com), nuestra capital ocupa el último lugar, pues sus habitantes gastan 60 por ciento de sus ingresos en la renta. El primer lugar es Kuala Lumpur, en Malasia, donde la población destina 20 por ciento de sus ingresos a ese fin. Le siguen Moscú, Johannesburgo y, curiosamente, tres ciudades son latinoamericanas: Bogotá, Río de Janeiro y Sao Paulo, donde con el 27 por ciento de sus ingresos los pobladores rentan una vivienda. El alacrán sigue haciendo cuentas para pagar su nido al fondo de la grieta en el muro...

Volviendo al periodismo independiente, el venenoso leyó el discurso de Alma Guillermoprieto al recibir el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Tras aclarar que no cargaba sola ese galardón gigante, sino “como reportera que soy, una entre muchos”, la periodista añadió:

“Me alegra este reconocimiento a un oficio al que sólo se entra con grandes sueños e ilusiones: ver el mundo, cambiar la historia, ser heroicos... La realidad es más estrecha: se gana poco; en estos tiempos en que el mundo ha entrado en revolución tecnológica, cibernética, científica, no tenemos certezas en qué apoyarnos y el mundo nos quiere mal; se trabaja de sol a sol, hay una gran confusión en cuanto a cuál debe de ser nuestro papel, y en todo esto, somos el fiel reflejo de la sociedad en general”.

"Todo ello genera dudas sobre el futuro de los periódicos y anuncia una mayor precarización de sus trabajadores".

Según observa el arácnido, en el periodismo mexicano impera la incertidumbre. Acaso como pocas veces en la historia contemporánea, la prensa nacional (y los medios en general) reciben cuestionamientos serios en cuanto a su financiamiento, compromisos económicos y políticos, intereses, veracidad y objetividad de su información. Todo ello genera dudas sobre el futuro de los periódicos y anuncia una mayor precarización de los trabajadores del periodismo, “área de negocio” donde, al parecer, sólo sobrevivirán los grandes corporativos mediáticos luego de liquidaciones y despidos forzados.

Antes de romper el cochinito para completar la renta, el escorpión recuerda el otro gran peligro del periodismo, enunciado así por Alma Guillermoprieto: “En este oficio cuesta trabajo no sólo vivir, sino sobrevivir. Este año han sido asesinados cuarenta y cinco reporteros, porque a alguien no le gustó lo que dijeron”.