De la antología griega de Marguerite Yourcenar

De la antología griega de Marguerite Yourcenar
Por:
  • Marguerite Yourcenar

Versiones de: Roberto Diego Ortega

Safo: Dos Fragmentos

... Es igual con los dioses, el hombre que te mira

sin temer tu sonrisa, tus ojos ni tu voz,

Y yo que tiemblo y sudo, con mi rostro confundido

Y mi corazón desesperado...

Calor y frío se alternan y me invaden;

No puedo resistir un delirio tan fuerte;

Mi garganta se ahoga, mis rodillas flaquean,

Y conozco la muerte...

•••

Trae tu cítara y ven esta noche, rosa mía,

¡Oh, tú, presencia que enternece todos mis sentidos!

Mi corazón se une al tuyo, y la caricia de los pliegues

De tu túnica bastan para incendiarme.

Es Afrodita cruel por obligarnos a amar,

Pero que haga muy pronto que sus favores regresen

A mis ojos la más amada de las figuras humanas...

 

 

Eurípides: Fragmentos de tragedias perdidas

 

MELEAGRO

Sé bueno para quienes viven. Un muerto es sólo sombra y tierra,

Y lo que nada es a nada llega...

 

EOLO

... ¡Qué desgracia! ¡Qué desgracia! Tiene razón el viejo adagio:

Nosotros, los viejos, no somos nada, cifras vanas, quejas

Vanas, sueños sombríos al fondo de almas apagadas;

Nos jactamos por error de la sabiduría de los mayores...

 

BELEROFONTE

... Dicen que hay dioses en lo alto, en el firmamento,

Pero es falso, ¡es falso! Si acaso algún idiota

Repite esa fábula antigua, ¡no la creas!

Juzga por ti mismo, sin añadir a mis palabras

Dócilmente la fe. Resulta fácil

Ver asesinos y ladrones por todas partes,

Todos los días los mentirosos triunfan sobre los mejores

Y el injusto tirano muere luego de haber vivido

Más feliz hasta el final que el justo derrotado.

Es normal ver a todo un pueblo inocente

Morir con miedo a los dioses, ahogado en su propia sangre,

Y a los enormes batallones imponerse por su número.

Y si tú, por locura, en algún callejón oscuro,

Con las manos y los ojos en alto hacia el cielo inmutable,

Renunciaras a tus esfuerzos por un solo día,

Sucumbirías, tú y los tuyos, convencido

De que no hay dioses...