“Es la cultura, estúpido”

“Es la cultura, estúpido”
Por:
  • alejandro_de_la_garza

Desde el fondo de su nido en la grieta del muro, el alacrán observó a varios escritores mexicanos bailar cancán en la Feria del Libro de Guadalajara. Con cara de Paul Auster, el arácnido quiso pensar en un performance crítico y no en un acto de etílico folclor tapatío, pero tras aquel simplón ridículo vino otro menos inocente, cuando varios escritores se unieron a “la cargada” en favor del precandidato priista a la Presidencia, quien por cierto esquivó la invitación a visitar la feria, acaso al recordar el tropezón del candidato Enrique Peña cuando estuvo ahí.

El venenoso respeta las preferencias políticas de cada quien y además sabe de las alabanzas de Tablada a Huerta, de Vasconcelos a Obregón, de Novo a Alemán, de Fuentes a Echeverría, de tantos intelectuales a Salinas, de personajes de la cultura a Fox y de integrantes del Colegio Nacional a Peña Nieto, pero también recuerda cómo tundieron a Juan Villoro (por cierto uno de los escritores-bailarines) cuando se pronunció por López Obrador. Ante ello, el artrópodo destaca cómo en tiempo de elecciones los escritores también tienen un candidato cercano a su corazoncito según los haya tratado el régimen, si tienen becas, puesto público, apoyos o prebendas gubernamentales.

El tema de la cultura en la política, no obstante, trasciende la frivolidad y debe cobrar importancia en los programas de gobierno de cada candidato, insiste el escorpión, pues urge la reforma del aparato cultural amparado por la Secretaría de Cultura, exigirle transparencia, equidad de género y rendición de cuentas, además de acabar con el patrimonialismo en el uso de los recursos destinados a la promoción y el desarrollo cultural.

El alacrán destaca aquí la tarea del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), de la Universidad Autónoma Metropolitana y recomienda visitar su sitio de internet (http://economiacultural.xoc.uam.mx) donde el lector encontrará investigaciones y aportaciones de peso para desentrañar, entender y reformar el kafkiano galimatías del sector cultural, y además podrá “bajar” el reciente libro Retablo de empresas culturales. Un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.

Por estos días se presentó también el libro ¡Es la reforma cultural, presidente! (Editarte), coordinado por Eduardo Cruz Vázquez, periodista y gestor experto en economía cultural, donde una treintena de investigadores presentan propuestas culturales para el sexenio 2018-2024 y urgen a los integrantes de las comunidades culturales a cobrar conciencia de su importancia como sector.

El venenoso no puede terminar sin insistir: ¿Ya respondió el Colegio Nacional a las críticas de misoginia y opacidad?