Macbeth en Chapultepec

Macbeth en Chapultepec
Por:
  • alejandro_de_la_garza

Tres temas shakespearianos alientan al venenoso en su reptar cuesta arriba por Chapultepec, hacia Los Pinos. Son tres asuntos de la tragedia Macbeth: 1) las consecuencias de la ilegitimidad del rey; 2) la fe ciega de los gobernantes en los augurios (encuestas), y 3) la incapacidad de los poderosos para imaginarse despojados del poder.

El alacrán abunda: 1) Macbeth, señor de Glamis, hechizado por los augurios promisorios regurgitados de un caldero de brujas (pata de correligionario, ojo de encuestador, anca de partidario), pervierte su ambición de poder al enterarse, por boca de una arpía mediática con tarjeta monex, de su afortunado destino: será rey de Escocia. Al dubitativo Macbeth le sobra temor, pero la rudísima Lady Macbeth lo lleva al lado oscuro de la fuerza. La pareja miente, traiciona, engaña y al cabo asesina al rey para reclamar la sucesión. Ojo, es Shakespeare, así pues, la culpa por

la ilegitimidad de su gobierno atormenta y envenena hasta el delirio a Macbeth, y extrema a la Lady gandaya al punto del final suicidio.

El rastrero no quiere hacerle al book-tuber, pero fluye: 2) Ya en su viaje autárquico, Macbeth se aliena incluso de los súbditos, consejeros y funcionarios de su gabinete. Se piensa predestinado a la inmortalidad y la grandeza, como le garantizan augurios, encuestas y sectores fuertes del partido modernizador de la Edad Media. De pronto, las prospectivas de las brujas-encuestas se tornan inefables como estudios del Cide. Macbeth se aísla y persiste en su afán asesino con tal de mantener el reinado en tanto a sus pies caen amigos, compañeros y súbditos ensangrentados por su mano o su orden impía.

El escorpión va por el 3): Las encuestas, las estadísticas y las brujas advirtieron al rey de augurios finales imposibles: “Macbeth será vencido cuando el bosque de Birnam se acerque a su castillo en Dunsinán. Morirá sólo a manos de alguien no nacido de mujer”.

El artrópodo resiente la credulidad de Macbeth al concebir el augurio como imposible. No tuvo la imaginación poética para concebirlo como metáfora de lo imposible. El bosque de Birnam se desplazó con los combatientes ingleses cargándolo a cuestas. Y Macduff, quien al cabo mata a Macbeth, fue arrancado del moribundo vientre materno.

El arácnido, monstruo shakespeariano en miniatura, torna a su nido con el eco de Macbeth: “La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido”.