Pasión youtuber

Pasión youtuber
Por:
  • alejandro_de_la_garza

El escorpión lee sobre la industria de YouTube, plataforma donde mil 900 millones de personas consumen contenidos de video al ritmo de mil millones de horas diarias. La empresa vale 160 mil millones de dólares, el doble de Time Warner y apenas abajo de Netflix. Las proyecciones vislumbran un mercado global de diez mil millones de dólares en 2020. De ahí el interés de las marcas comerciales por los youtubers o influencers, personajes activos en México desde hace más de una década pero con creciente auge a partir de  2015. Ese año, el gasto de publicidad global (influencer marketing) en YouTube llegó a 29 por ciento, en 2016 alcanzó 38 por ciento y en 2017 se calcula cercano al 45 por ciento.

El alacrán toma datos del analista Matteo Ceuvels (Expansión, julio 2018), quien documenta cómo “los youtubers tienen el mismo nivel de influencia que los personajes del cine o la televisión”, y por ello los anunciantes les dedican mayores recursos de publicidad. El venenoso no pudo evitar la tentación de visitar los canales de los máximos influencers en busca de las razones profundas de su auge comercial y su insólita cantidad de seguidores.

Para empezar está la superestrella youtuber mexicana Yuya, cuyos 22 millones de seguidores la observan hablar de moda, maquillaje, problemas adolescentes, vida cotidiana de púberes canéforas, fiestas, vestidos. Le sigue Luisito comunica, quien lleva a sus 19 millones de seguidores en sus viajes y trata así de ilustrarlos. Kimberly Loaiza, quien conversa de moda, maquillaje y música con 14 millones de seguidores, se casó con el influencer y reguetonero Juan de Dios Pantoja (12.5 millones de seguidores), quien, le informan al venenoso, tuvo un pleito con Chumel Torres (dos millones 300 mil seguidores) luego de una bailadora fiesta etílica de youtubers.

"El venenoso no pudo evitar la tentación de visitar los canales de los máximos influencers en busca de las razones profundas de su auge".

La lista y las pasiones youtubers continúan, observa el rastrero al encontrar el caso de Caeli (14.5 millones de seguidores), quien se dice competía con Yuya pero fue un tanto discriminada, o el caso de Werevertumorro, quien tras alcanzar 16 millones de seguidores cambió de nombre y de canal para llegar hoy a dos millones de followers. Música, moda, maquillaje, chismes, ataques y contrataques son la pasión de los influencers mayores, mientras los youtubers políticos como el infumable Callo de Hacha o el intratable Chumel tienen menos seguidores. Acaso por ser de su especie, el arácnido no puede dejar de mencionar las bufas y escatológicas aventuras por el inframundo del youtuber Escorpión dorado (5.5 millones de seguidores).

Estos son nuestros dioses huicholes de YouTube, en quienes las marcas comerciales se concentran para promover sus productos. El alacrán repta de vuelta a su nido.