Amor en línea, frescura francesa para la comedia

Amor en línea, frescura francesa para la comedia
Por:
  • jesus_chavarria

Afortunadamente y pese a la avasalladora presencia de la industria hollywodense, las películas francesas son un recurrente en la cartelera mexicana. Gracias a los esfuerzos de muestras, ciclos y festivales, muchas propuestas de aquella región encuentran distribuidora, ya sea que pertenezcan al llamado cine de propuesta, o sólo tengan como principal objetivo el entretenimiento. Es a esta última clasificación que pertenece el título que hoy nos ocupa, lo cual para nada quiere decir que su calidad disminuya. Y es que sin meterse en complicaciones, ni hacer demasiados aspavientos, luce una manufactura impecable y una encantadora sutileza que engancha a cualquiera.

Escrita y dirigida por Stéphane Robelinlos —¿Y si vivimos todos juntos? (2011)— Amor en Línea nos cuenta cómo un joven en plena crisis de desempleo, se ve obligado a aceptar el trabajo eventual de ayudar al abuelo viudo de su novia —sin que este sepa la relación que tiene con ella—, explicando los principios básicos para el uso de la computadora y la internet, lo cual le llevará a involucrarse en un enredo romántico y replantear el sentido de su vida tanto personal como profesional.

Lo primero qué hay que señalar aquí, es como los que de inicio, que parecen personajes cliché con un planteamiento de fórmula, conforme avanza la cinta comiencen a cobrar matices que les enriquecen y les llevan a encontrar salidas poco usuales y que trastocan ciertos convencionalismos sociales.

Por otro lado, pensada para entretener y hacer sentir bien al espectador —prácticamente en cualquier momento—, aquí las complicaciones de los protagonistas, que pudieran llevarles a situaciones irremediables, nunca llegan a percibirse tan graves, sin que por ello caigan en la frivolidad. Es cierto, por momentos, el asunto pareciera ser un tanto predecible, sin embargo no nos dejemos engañar, la trama sabe dar los giros necesarios y en el momento oportuno, para que lo que pareciera ser solo una tecnológica versión de Cyrano de Bergerac, se convierta en una muy disfrutable reflexión con aire vodevil, que juega con las usuales creencias sobre la relación entre la edad y cuestiones como la apatía y la inseguridad.

El veterano y legendario comediante Pierre Richard —Los Compadres (1983), Los fugitivos (1986)— es quien toma el protagónico y lo desarrolla con sumo cuidado y naturalidad. En contraste Yaniss Lespert —El Nombre (2012)— se muestra demasiado contenido y apenas le alcanza a cumplir dando réplica, lo cual por suerte no redunda en el buen funcionamiento general.

Amor en línea es una comedia amable y con mucha humanidad, cuya frescura nos recuerda lo irresistible que puede ser el cine sin artificios, fuegos artificiales y falsas pretensiones.