Bee Gees pierde a otro genio

Bee Gees pierde a otro genio
Por:
  • larazon

Foto Especial

A pocos días de haber dado el último adiós a Donna Summer, el mundo de la música se vuelve a vestir de luto: Robin Gibb, integrante de la emblemática banda británica los Bee Gees, murió ayer a los 62 años luego de su anunciada recuperación del coma originado por una neumonía el pasado mes de abril.

Al igual que su hermano gemelo, Maurice, Gibb perdió la lucha contra el cáncer en el colon y el hígado, luego de ser sometido a una operación intestinal por la enfermedad que padecía desde 2010.

El legendario de la música disco de los 70, que inició su carrera en compañía de sus dos hermanos, Barry y Maurice Gibb con la fiebre de la música disco triunfo con temas como “To love somebody” o “Massachusetts”, pero debido a los roces familiares y con los demás integrantes de la banda deciden empezar carreras en solitario.

Robin Gibbs el inconfundible cantante con voz de falsete y gafas de enormes cristales, retoma la carrera con sus hermanos a mediados de los 70 y forman los Bee Gees para lanzarse al mercado estadounidense fueron inducidos por el productor Arif Mardin.

“Robin Gibb junto con Bee Gees encaró la música disco y el pop inglés con uno de sus mayores logros de realización en la armonía vocal del grupo. Hay personas que creen que la música de los Bee Gees es melosa o excesivamente romántica, pero exploraba un lado muy íntimo que en ese entonces no estaba preocupado por encontrar o explorar. Robin Gibb fue fundamental para el crecimiento de la música en ese género”, declaró a La Razón David Cortés crítico de música.

A finales de 1977 luego de haber ganado el mercado anglosajón, los Bee Gees se convierten en los creadores de temas para la famosa cinta Fiebre de sábado por la noche, como “Stayin’ alive”, “Night fever”, “More tan a woman” y “You show be dancing” los cuales les abrieron camino en el difícil mundo de la música.

En 2003, tras la muerte de su hermano, Robin y Barry dieron a conocer la desaparición de la banda los Bee Gees; sin embargo, en 2009 decidieron volver a pisar los escenarios. Conservaron el éxito que tuvieron desde sus inicios, a finales de los 60.

La música había dejado grandes oportunidades para Robin, pero justo un año después (2010) se le detectó cáncer. Entonces adoptó la decisión de alejarse de los reflectores y tomar su papel como Presidente de la Confederación Internacional de la Sociedad de Autores y Compositores. Dos años se mantuvo fuera de las cámaras, hasta febrero del 2012, cuando declaró a la BBC que se encontraba “mejor que nunca”.

Sin dejar la música completamente de lado Robin se preparaba a codirigir la orquesta de su primera obra clásica ,“The Titanic Requiem”, compuesta con el menor de sus tres hijos, Robin John, de 29 años, en la que hacen un homenaje a las víctimas del Titanic.