Dylan hipnotiza con su poesía informal a mexicanos

Dylan hipnotiza con su poesía informal a mexicanos
Por:
  • larazon

Bob Dylan - Foto: Fernando Aceves

No requirió de extravagancias escénicas, ni de recursos tecnológicos, con solo cinco músicos como compañía, Bob Dylan se paró al centro del escenario y comenzó los acordes de "Leopard-skin pill-box hat", ante miles de fanáticos que ovacionaron a uno de los músicos más influyentes del siglo XX, anoche en su último concierto ofrecido en México, como parte de su gira mundial Never ending.

Enfundado en un traje negro con botones de rombos brillantes y su clásico sombrero blanco, armónica y guitarra en mano, El Poeta el Rock, revivió los 60 y 70, con la nostalgia de sus letras, como "Man in the long black coat" y "Things have changeg", interpretadas con una voz firme e intacta, que contrastó con su rostro envejecido a 12 días de cumplir 71 años.

El recital continuó canción tras canción mientras el público, en su mayoría de 25 a 40 años, se balanceaba y aplaudía al ritmo de rock folk, blues, country rock y gospel, sonido característico de su música. En las pequeñas pausas se escuchaba "Dylan, Dylan, Dylan", pero el nominado al premio Nobel de Literatura, ni una sola palabra o saludo regaló a los mexicanos.

No obstante, al público no le importó y siguió hipnotizado, observando como Bob Dylan pasaba de la armónica a la guitarra y de la guitarra al piano, para después volver a la armónica. La canción más ovacionada fue "Highway 61 revisited", que preparó la despedida de el Cronista Informal, del músico oriundo de Minnesota, Estados Unidos y cuyo nombre real es Robert Allen Zimmerman.

Por otro lado, el público que pagó 600 pesos para estar en la zona general B del recién inaugurado Pepsi Center WTC, quedo inconforme y molesta pues no se veía el escenario. "El lugar es una basura, ni siquiera hay pantallas para poder ver a Dylan. El lugar está mal diseñado, o el escenario debería ser más alto o el piso debería estar inclinado. Pagamos por no ver nada", comentaron a La Razón Froylan Portillo, médico de 26 años y Antonio Resk, oftamólogo de 27 años.

jcp