Pálido y tirado en sillón, así encontraron a Cerati en 2010

Pálido y tirado en sillón, así encontraron a Cerati en 2010
Por:
  • larazon

Foto Especial

Tirado en un sillón, con el saco a un costado, la camisa desabotonada y la boca entreabierta, así fue como Adrián Taverna y Bernaudo encontraron a Gustavo Cerati la noche del 15 de mayo de 2010 cuando el músico fue hospitalizado por una descompensación, luego de presentar su espectáculo en Caracas, Venezuela.

Esto es parte de lo que relata el periodista Juan Morris en un libro que se publica esta semana y del cual el diario El Clarín publicó un fragmento. Se trata de la narración de las últimos horas del ex vocalista, guitarrista y compositor de Soda Stereo, antes del accidente cerebrovascular isquémico que padeció.

En el texto se relata que media hora después del último show de Fuerza natural, Taberna encontró al resto de la banda organizando la tradicional foto grupal. “Fernando Samalea estaba sobre una silla de plástico acomodando la cámara arriba de un mueble para que disparara en automático. Mientras se amontonaban según las indicaciones de Samalea, se dieron cuenta de que faltaba Gustavo y alguien le gritó que fuera”, cuenta Morris.

En ese momento Cerati apareció y se colocó atrás de Taverna para tomarse la foto. El primer disparo de la cámara salió sin flash, por lo que prepararon otra toma, en ese momento Taverna vio que el creador de En la ciudad de la Furia estaba pálido y con los ojos desorbitados. ¿Te sentís bien?, le preguntó, pero Gustavo abrió la boca sin articular palabra; la cámara disparó y quedó la última imagen de esa gira.

Posteriormente, Cerati caminó a su camerino donde Taverna y Bernaudo lo encontraron en mal estado y comenzó la tragedia: corrieron a buscar a los paramédicos, quienes no pudieron hacer nada por él. “Se podía mover pero estaba como abrumado, lento, y no podía hablar. Pasó casi una hora hasta que lograron desalojar el lugar: no querían que la descompensación se convirtiera en noticia”, detalla.

Inmediatamente lo trasladaron en una ambulancia al Centro Médico Docente de La Trinidad, donde estuvo en observación. Al día siguiente, Gustavo despertó y no dejaba de tocarse el brazo, trataba de levantarlo sin conseguirlo.

Al siguiente día las enfermeras lo encontraron sacudiéndose y agarrándose la cabeza con su brazo izquierdo, “Tenía los ojos apretados, como si estuviera sufriendo un dolor insoportable”, describe.

Más tarde, le practicaron una centellograma. “Después del estudio Taberna lo volvió a cargar en la camilla, lo tapó con una frazada y los enfermeros lo llevaron al cuarto piso para hacerle otro análisis. Media hora más tarde lo dejaron en la habitación y decidieron avisarle a la familia. Gustavo había sufrido un ACV y su cerebro se había inflamado tanto que estaba haciendo presión contra el cráneo. Tenían que operarlo con urgencia”, finaliza.