“En esta pandemia más que nunca necesitamos hacer canciones”

Francisco Céspedes (Santa Clara, Cuba, 1957), intérprete y compositor cubano-mexicano que se ganó el cariño del público mexicano en 1998 con el fonograma Vida loca, integrado por temas que incursionan en la balada, el pop latino, aires brasileños y el bolero, con un toque muy personal de resonancias jazzísticas. Después de doce álbumes exitosos (Donde está la vida, 2000; Autorretrato, 2005; Armando un Pancho, 2010; Todavía, 2015...) y de haber conseguido la aprobación de los melómanos de varios países hispanoamericanos, España y Estados Unidos, Francisco Céspedes es un referente clave de la música latina.

Colaboraciones con Luis Miguel, Armando Manzanero, Ana Belén, Alejandro Sanz, Milton Nascimento, Haydée Milanés, Gonzalo Rubalcaba, Carlos Cuevas, David Torrens, Pablo Milanés y Presuntos Implicados, entre otros vocalistas y músicos, la figura de Céspedes toma relevancia en 1997, cuando se alza con el Segundo Lugar en el Festival de Viña del Mar representando a México con el tema de su autoría “Hablo de ti”. La historia es bien conocida: el autor de “Señora” es una de las voces más cotizadas de la canción hispana.

Su reciente actuación en Chile, el pasado mes de febrero, en un tour que incluyó Viña del Mar y otras ciudades del país andino confirmó el cariño de los chilenos por su trabajo. ”Fue una gira muy impresionante. Chile es para mí una plaza muy importante desde mi presentación en el Festival de Viña del Mar en 1997. Me emocionó reencontrarme con un público amante de la canción. Regresé a México listo para los ensayos y preparativos de próximos conciertos; pero, a medio camino se presentó la pandemia: aquí estoy encallado en mi casa de Cancún en la espera”, expresó vía telefónica a La Razón, Francisco Céspedes.

¿Cómo enfrenta usted esta pandemia? Como todos, envuelto en una total incertidumbre y zozobra. Soy médico, estudié casi hasta el final la carrera de Medicina en Cuba: hay muchas acciones sanitarias que se han tomado con las cuales no estoy de acuerdo, pero las acato.

¿Lo acompañan seres queridos? Estoy con mi hija, quien vino desde la Ciudad de México a acompañarme aquí en Cancún. Ha sido muy importante su compañía. Estamos aprendiendo a entender el amor familiar. Pasar el Día de los Padres con ella fue el mejor regalo.

¿En qué sentido ha tenido que aplazar compromisos de presentaciones? Tengo la suerte de que mis conciertos son masivos. Nos vimos obligados a aplazar varias actuaciones que traen secuelas económicas; pero, lo que más extraño es el contacto con el público.

¿Esta incomunicación le ha servido de inspiración para futuros temas? Estoy en total etapa de reflexión. Sí, vendrán canciones después. Ahora canto y sobre todo, sigo con el dolor a cuesta: hay muchos pacientes, que no debieron haber muerto. El médico que llevo dentro me dice que se pudieron haber evitado.

¿En el después cómo será la vida? La vida, asunto medular de mis canciones. No sé cómo será la vida en ese después que nos perturba. La vida sigue transcurriendo, a pesar de estas separaciones impuestas por la emergencia. Me sigo haciendo la pregunta de una de mis composiciones más queridas: “Dónde está la vida /Cómo puedo cambiar este encierro / Que inventas / Tan sólo de cosas pérdidas”.

Hemos visto en Internet presentaciones suyas desde casa... Sí, no es más que una manera solidaria de compartir mi música con todos.

¿Son necesarias las canciones en estos tiempos de incertidumbre? Más que nunca, sobre todo aquellas que subrayan los valores del ser humano. Existimos porque hacemos y cantamos canciones. La canción siempre será necesaria, es un alimento básico del alma.