Penn se ampara en la complicidad del jazz

Penn se ampara en la complicidad del jazz
Por:
  • carlos_olivares_baro

Clarence Penn es hoy por hoy uno de los percusionistas más cotizados del jazz contemporáneo, graduado de la Academia de Artes Interlochen, Michigan, Estados Unidos, ha sido convocado por Betty Carter, Ellis Marsalis, Roberta Flack, Dizzy Gillespie, Cyrus Chestnut, Stanley Clarke, Fourplay y Michael Brecker, entre otros emblemáticos músicos. Asimismo, el pianista Gonzalo Rubalcaba, el contrabajista Charlie Haden o el acordeonista Richard Galliano han sufragado con él varios proyectos.

“Me interesa el jazz como un trabajo de colaboración. Siempre he creído en esta música como un gesto de integración, por eso en todo el mundo el jazz está presente. Voy al New York All Star de México a demostrarlo. Sé del hambre de jazz que hay en México: estimulante trabajar para un público ávido”, comentó Clarence Penn en entrevista telefónica con La Razón el pasado sábado 30 de abril, Dia Internacional

del Jazz.

Acompañado por Penn Station: Yasushi Nakamura (bajo), Manuel Valera (piano), Chad Lefkowitz-Brown (saxofón tenor), Clarence Penn presentará su disco más reciente Monk: The Lost Files (2014) en el tercer concierto de New York Jazz All Stars 2016 que se llevará a cabo el próximo 14 de mayo en el Centro Cultural Roberto Cantoral de la Sociedad de Autores y compositores de

México (SACM).

El álbum Aterrizaje (1996) fue seleccionado por The New York Times como uno de los mejores discos del año. ¿En este que presenta Monk: The Lost Files, cuáles son las propuestas? Sí, mi primer disco tuvo buena acogida en los espacios del jazz neoyorkino; ahora presento la música del gran pianista Thelonious Monk con arreglos contemporáneos. Bueno, Monk era un genio, es de por sí un compositor que siempre tuvo una visión de vanguardia, lo que hago en esta producción es corroborarlo. Sus temas, suscritos dentro del bebop, fueron más allá de ese momento del jazz estadounidense.

Se presenta usted con un cuarteto integrado por un pianista cubano, un bajista de origen japonés y un saxofonista estadounidense... Reafirma lo que dije al principio: el jazz es una manifestación de integración mundial. Escucharán a un joven pianista cubano, quien me parece muy interesante; a un bajista de walking tentador y a un sax de sugerentes silbos. El jazz es más que todo un trabajo de complicidad. El público mexicano es muy exigente: estaremos a la altura de esas reclamaciones.

Es usted profesor del Instituto de Jazz Intensivo de Lincoln Center, sabemos de su activa gestión como docente impartiendo talleres por muchas ciudades. ¿Por qué lo hace? Porque el jazz nos hace mejores. Música de segregación, relegada, que hoy es patrimonio sin importar la raza de los instrumentistas. Enseño jazz para demostrar cómo el intercambio cultural es un preámbulo de armonía que tanto necesitamos en este mundo convulso. En México impartiré una clase que he titulado: Cómo utilizar la historia del jazz para dar forma al futuro.