Sánchez Huerta recrea consecuencias del desamparo

Sánchez Huerta recrea consecuencias del desamparo
Por:
  • Carolina Lopez

El suicidio infantil como consecuencia de la falta de comunicación entre los miembros de la familia moderna es el eje central que sustenta la trama de Sánchez Huerta, puesta en escena escrita por Claudia Ríos, que se presentará a partir del 10 de junio en el Teatro Milán.

La obra, bajo la dirección de Benjamín Cann y la producción de Mónica Garza y Ana Karina Guevara, se desarrolla a partir de la experiencia de una niña de 12 años, quien sumida en una atmósfera de estrés y profundo dolor decide acabar con su vida, dejando en shock a su madre, padre, hermana, una monja y la madre superiora del colegio en el que estudiaba.

“La niña que muere en la historia de Claudia Ríos es la víctima de los demonios de su entorno, ni siquiera de los demonios de ella. Se hacen cosas alrededor de ella ‘intentando protegerla’. Ella se hace víctima de aquel silencio sobre su situación familiar. El mensaje de la obra de teatro va dirigida, sobre todo, a la sociedad y a nosotros como padres de familia para que escuchemos”, explicó ayer Garza, quien debuta como productora teatral con esta obra.

Garza se sumó al proyecto a partir del trabajo periodístico que desarrolla. Tras publicar un artículo en La Razón sobre el suicidio infantil recibió una llamada de Ana Karina, quien le solicitó que leyera una obra de teatro de su amiga Claudia Ríos.

“Cayeron en mis manos una serie de estadísticas, que me obligaron como comunicadora a subirme al tema y empecé hacerlo en la columna de La Razón, en el que he publicado algunos artículos sobre ello. Me llamó la atención que siendo México un país de jóvenes, la primera causa de muerte entre chavos de 14 a 29 años, sea el suicidio”, informó la periodista.

Los jóvenes ya no saben comunicarse igual y mucho menos con los padres, enfatizó Garza, para quien esta obra trata, precisamente, del suicidio “como un vehículo que da paso a hablar del comportamiento de la sociedad”.

Es una obra que aborda del suicidio, pero no es el tema fundamental de la puesta en escena, coincidió Benjamín Cann, director del montaje. “Como todas las obras de teatro es una metáfora de la realidad: Esta obra habla de nuestro país, hoy”, detalló.

“Una niña de 12 años se quita la vida y a raíz de esto nosotros conocemos a unos personajes que son frágiles y evaden la realidad, que se hacen pendejos ante ello. No tenemos como sociedad la capacidad de comunicarnos, mirarnos a los ojos, hablarnos con honestidad, dejar de abusar unos de otros; necsitamos hacer una sociedad sana para poder salir adelante y enfrentar con honestidad los problemas que nos afectan, y como no somos capaces de eso nuestros niños se quitan la vida. No tenemos futuro”, lamentó.

En Sánchez Huerta, el actor Roberto Sosa Martínez interpretará a un padre que está alejado de su hija, cuya muerte le hace acercarse y replantearse cómo vale la pena vivir.

“Trabajar con Benjamín, después de 32 años de conocerlo... creo que no podría estar en mejores manos un proyecto de esta naturaleza. Benjamín asume el tema sin caer en amarillismo ni sensacionalismo. La lectura y visión del director ha sido maravillosas”, comentó el primer actor.

Para Sosa Martínez lo más difícil fue representar “a un personaje que no puede llorar, cuando desde el momento en que comencé a leer la obra lo primero que vino a mí fue un lagrimeo absoluto. Es un reto maravilloso estar en contra de estas emociones propias por lo que representa este texto. ¿Vale la pena vivir la vida o no? Es el planteamiento clave de la pieza en algún momento”, concluyó.

Sánchez Huerta se presentará en el Teatro Milán los viernes a las 20:30 horas, los sábados a las 18:00 y 20:15 horas y los domingos a las 17:00 y 19:15 horas, desde el 10 de junio, en una temporada de 12 semanas.

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