Todos flotaron en el espacio en la décima edición de NRMAL

NRMAL tiene una particularidad, los primeros actos que se pueden ver en el entarimado son aquellos que prometen ser en algunos años las bandas más importantes en la escena.

Ale Hop no es la excepción a esta premisa. Como la encargada de dar inicio a la jornada, la peruana no escatimo en esfuerzo y gracias a eso atrajo la mirada de las personas que comenzaban a llegar al recinto. Por su parte, desde su trinchera, los mexicanos de El Shirota dieron un espectáculo digno de tan magna celebración con canciones fuertes y dinámicas.

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La jornada, de las 3 de la tarde hasta minutos antes de las 7 de la noche, fue variada y con diversas propuestas. Vyctoria poniendo el math rock y post rock en la oreja de quienes no conocían los géneros. Michelle Blades y los Machetes dándole armas a la gente para empezar a mover el cuerpo. Sexores endulzando la existencia de público con sus melodías pop.

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Mint Field, la mejor banda mexicana underground del momento, levantó de su lugar a los despistados que estaban reposando del calor tirados en el pasto y bebiendo cerveza. Atmósferas y estridencia en intervalos no podían pasar desapercibidos.

Golden Dawn Arkestra lleva una mención especial. Los estadounidenses terminaron de aflojar el cuerpo de quienes ya estaban encarrerados en el disfrute. Rubio, por su parte, superó la expectativa de muchos de los asistentes con sus melodías pop.

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Minutos antes de las 7, los británicos de Beak ya estaban en el escenario ocupando sus lugares impacientes por comenzar su show. La atención en un principio se centró en Geoff Barrow, quien sonriendo sacó su celular para reproducir un audio: “se compran colchones, refrigeradores, lavadoras, estufas…”. Momentos después el trip comenzó.

Su presentación lejos de ser seria, estuvo llena de muchas palabras al público, incluso hicieron chistes entre los integrantes, eso sí, sin descuidar su ejecución. La capacidad de precisión en los golpes a la batería y al matizar, dejó claro el excelente músico que es Barrow. Pero Billy Fuller en el bajo y Will Young en los sintetizadores y guitarra no se quedaron atrás.

El Dato: Minutos antes de las 6 de la tarde el festival dio a conocer que por problemas personales John Maus canceló su presentación.

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Muchos de los asistentes aprovecharon para “entrar en nota” y dejarse ir unos momentos con los beats experimentales de Frank Bretschneider. Por otra parte, la ausencia de John Maus dejó un vacío espacio-temporal, lo que acumuló las ganas de la gente por ver a la siguiente banda.

Spiritualized subió al escenario y sin mayor aspaviento comenzó el space rock. “Come together” abrió lo que para muchos fue la mejor presentación del décimo aniversario de NRMAL. En tan solo una hora de show, la banda británica liderada por Jason Pierce, elevó, descendió y desgarró el corazón de todos. “Stay with me”, “Soul on fire” y “I´m your man”, sonaron en parte de su setlist. Al cierre, “Oh happy day” describía la sensación que se respiraba entre todas las almas del lugar.

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Gang Gang Dance despabiló a los que seguían flotando en el espacio y volvieron a enfiestar todo el ambiente.

A las 11 de la noche y sin luz en el escenario apareció Mazzy Star. Era su primera vez, fue mágica pero no extraordinaria. Evitar la luz y los flashes de las fotos ponían en mood a todos, sin embargo apelar a la nostalgia no lo es todo, también es importante la ejecución y ésta falló. Hope Sandoval y compañía hicieron que más de uno soltara lagrimas al interpretar su máximo éxito “Fade into you”.

La noche finalizó con todo el poder de Death Grips. En un ir y venir sobre el escenario de MC Ride, golpes y golpes a la batería de Zack Hill y samplers atascados de Andy Morin, todo se volvió frenético cerca del escenario. Más atrás varias personas observaban atentamente los estrobos y escuchaban las rimas de la banda.

Érase una vez un festival de música del cual se desprendían vibraciones, vibraciones que provocaban sonidos, sonidos que en su conjunto formaban notas musicales, notas que se mezclaban con ritmos para formar canciones, canciones que provocaban emociones en el público, público que comenzaba a vibrar otra vez. Un círculo virtuoso, en eso se convirtió NRMAL tras diez años.

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