Vice revela verdades más allá del poder

Vice revela verdades más allá del poder
Por:
  • jesus_chavarria

Cada cierto tiempo, Hollywood nos ofrece producciones que retoman parte de la historia norteamericana reciente, que en una especie de “mea culpa”, exponen las entrañas carcomidas de su sociedad y la podredumbre de la que se nutren las altas esferas del gobierno, que a veces basta con que cuenten con un respetable nivel de manufactura, para que logren colarse entre las nominadas a la entrega de los siempre mediáticos premios de la Academia.

Podría ser el caso de Vice o El Vicepresidente, detrás del poder —por su kilométrico título en español—, que adapta la historia real de cómo Dick Chaney, pasó de mediocre burócrata a convertirse en uno de los hombres más poderosos del planeta. Sin embargo, hay un par de elementos que la hacen distinta y la ponen por encima del promedio, y es que el director Adam McKay, no sólo apuesta por un claro desenfado para sustentar y hacer sumamente digerible lo incisivo del discurso, sino que elabora un envolvente y divertido juego de tiempos, en donde llega los momentos clave, la línea narrativa principal regresa para enganchar aparentes cabos sueltos y hacer un nudo, sorpresivo y deliciosamente socarrón.

De igual modo funciona la voz en off que va guiando el relato y que le permite entregar divertidos rompimientos a través de los cuales juega con los formatos, pasando de la comedia televisiva, a la nota periodística y hasta el drama histórico. Además de insertar elementos que sirven como símbolos e irónicas metáforas, que aunque por momentos llegan a ser un tanto pretensiosos y levemente redundantes, en general enriquecen la propuesta que se agradece nunca se tome demasiado en serio, lo que acentúa lo críptico de diálogos y situaciones que evidencian lo despiadado y antropófago  de los manejos dentro de la política imperialista, que aquí encuentran el punto más alto en el discurso final con el que pretende justificarse el personaje protagonista, pero que sólo busca ocultar que al final, todo se trata de ostentar el poder.

No se puede dejar de mencionar el factor Christian Bale, quien sustenta una impresionante transformación física en un sutil manejo emocional. Por supuesto, él viene acompañado del siempre efectivo Sam Rockwell quien interpreta a George W. Bush, además de un Steve Carrell luciendo como pocas veces se ha visto. Sin duda, con estrenos como éste la cartelera nacional vive uno de sus mejores momentos.

El Dato: La historia revela datos secretos que moldearon la política interna y externa de Estados Unidos en el periodo Bush (2001-2009).