Apuestan a técnicas sustentables

En Michoacán, mujeres dan vida al campo con innovación orgánica

Capacitan a las hermanas María Isabel y María del Carmen Trinidad Gaspar en nuevos métodos de siembra; elevan hasta 100% su cosecha al usar fertilizantes amigables con el ambiente en lugar de agentes químicos

Productora michoacana muestra los frutos de su labor en cultivos orgánicos.
Productora michoacana muestra los frutos de su labor en cultivos orgánicos.Foto: Especial
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Apasionadas, comprometidas, sin miedo a innovar y a producir alimentos sanos y orgánicos es el común denominador que caracteriza a varias mujeres productoras en los campos agrícolas de Michoacán.

Lejos de seguir los patrones de cultivo tradicionales ellas apuntan a la aplicación de novedosas técnicas sustentables, amables con el medio ambiente.

Una de esas historias es la que están escribiendo las originarias de Santa Fe de la Laguna, en el municipio Quiroga, quienes hoy demuestran que la edad no es un impedimento para brindar su mejor esfuerzo para producir alimentos sanos.

Las hermanas María Isabel y María del Carmen Trinidad Gaspar, visiblemente felices y orgullosas de su trabajo, resaltan las bondades del programa Agricultura Sustentable, que se puso en marcha a mediados del año pasado y ha ido ganando terreno en el campo michoacano.

El esquema consiste en sustituir el tradicional fertilizante químico por uno elaborado con productos más amables con la tierra y el medio ambiente.

Por la entidad habían desfilado diversos proyectos, pero ninguno floreció. Agrónomo de profesión, el gobernador Silvano Aureoles activó el programa en el que también participa la Universidad de Chapingo, de la que él egresó y donde se produce el fertilizante natural que está generando incrementos de hasta 100 por ciento en las cosechas.

“Hemos visto que con el abono orgánico nuestros suelos recuperan fertilidad, estamos muy contentas y vamos a seguir trabajando fuerte, pero queremos que nos sigan apoyando más”, dicen.

Las hermanas Trinidad Gaspar no son las únicas. En Michoacán, cerca de 60 mil mujeres son cabeza de familia y obtienen sus ingresos para el sostén de sus hogares en actividades del sector rural.

No todas, pero sí la mayoría se ha acogido al programa Agricultura Sustentable, que, como nunca, ha modificado la manera de trabajar el campo en el estado.

Agricultura Sustentable promueve técnicas de producción que protegen la tierra, el agua y el aire, al tiempo que se abaratan costos, se eleva la producción y se obtiene más y mejor calidad

Silvano Aureoles, Gobernador de Michoacán

Con sello femenino

 De acuerdo con cifras de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario en el Estado (Sedrua) de cada 100 personas que participan en el campo, 18 son mujeres cabezas de familia, que no sólo trabajan, sino que también dan valor agregado a los productos del campo, elaboran comidas tradicionales, dulces, mermeladas, licores, productos de belleza y medicinales, entre muchos otros.

La participación de las mujeres se concentra en la producción de cultivos no tradicionales, como hierbas aromáticas, hortalizas, ornamentales y productos orgánicos. Pero también han asumido roles importantes en el sector pecuario y pesquero, además de dirigir ejidos, cooperativas y sociedades de producción rural, por citar algunos.

A través del programa Agricultura Sustentable muchas mujeres, adultas, jóvenes y niñas se sumaron a los trabajos de los huertos de traspatio, produciendo alimentos sanos e inocuos, pero también aprendiendo a fertilizar y recuperar la nutrición de los suelos agrícolas, igualmente con el apoyo de mujeres técnicas especializadas del programa.

Por ejemplo, el año pasado se destinaron 21.7 millones de pesos para incentivar 182 proyectos para mujeres cabezas de familia de 62 municipios del sector rural — a través del Programa en Concurrencia con la Federación—, cifra que se espera superar o hasta duplicar este año.

Con este incremento, se pretende fortalecer la permanencia femenina en productos agrarios, para que Michoacán siga avanzando.

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"Vamos a producir nuestros propios alimentos"

De mirada vivaz, activa, generosa y con muchas ganas de aprender se muestra María del Carmen Trinidad Gaspar, quien comparte la tarea y misión de cultivar siete hectáreas de maíces criollos, para preservar sus raíces y cuidar sus suelos agrícolas.

María del Carmen asegura que están dispuestas a producir sus alimentos y que le echarán ganas para hacerlo de manera orgánica, acogiéndose al programa Agricultura Sustentable, porque para ellas es importante la salud de sus familias.

“Vamos a cultivar todo lo que nos enseñen en nuestros huertos familiares como jitomate, acelgas, lechuga, rábano, chile, calabacitas, zanahorias, cebollas, cilantro”, dice.

Feliz y motivada, María del Carmen cuenta amplia y detalladamente cómo cultivaban antes, aplicando fertilizantes químicos y deteriorando sus suelos agrícolas. Así como la manera en que han venido luchando juntas y organizadas, desde hace más de 30 años, para continuar la tradición de preservar sus maíces criollos y con ello su tradición y cultura.

Beneficiarias de Agricultura Sustentable aplican nuevas técnicas para producir alimentos sanos.
Beneficiarias de Agricultura Sustentable aplican nuevas técnicas para producir alimentos sanos.Foto: Especial

Señala que los técnicos especialistas del programa Agricultura Sustentable, de manera permanente les han estado capacitando, primero en la forma de sembrar, aplicando materia orgánica al suelo, a través de compostas, lixiviados, lombricompostas, así como los descompactadores de suelos y plaguicidas orgánicos, entre muchos otros.

“Ya nos capacitaron y ahora pondremos todo nuestro esfuerzo para lograrlo. Nuestra mejor cosecha será obtener alimentos sanos, ya sabemos preparar la tierra para obtener más y mejores frutos, estas enseñanzas las vamos a compartir ahora con nuestras hijas e hijos para que continúen con la tradición de cultivar sin fertilizantes químicos, porque mantener sana nuestra tierra, es muy importante”, sostiene la beneficiaria.

  • El dato: Este sector es considerado clave para enfrentar retos como la erradicación del hambre, garantizar la seguridad alimentaria e impulsar el desarrollo rural, de acuerdo con la Sader.