El deseo de hallar a su mujer se convirtió en temor en el forense

El deseo de hallar a su mujer se convirtió en temor en el forense
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José Alfredo Urbán buscó por más de 48 horas a su esposa en tres hospitales del Estado de México, pero al no contar con información del paradero de su cónyuge tras la explosión, ahora no descarta que su cuerpo pueda estar en la morgue de Barrientos, en Tlalnepantla.

“Ya se le hizo a mi hija y a mi cuñado una prueba de ADN y esperemos que nos entreguen los resultados lo más pronto posible”, refirió a La Razón.

Con rostro desencajado, Urbán desea que los restos que están en Servicios Periciales de Barrientos, no sean los de su mujer, de nombre María Angélica Rodríguez Rendón.

Sin embargo señaló: “está un cuerpo femenino que tiene algunas características y tenemos de un 70 a 80 por ciento para asegurar que sí se trata de ella, pues por la severidad de las quemaduras requerimos de esperar los resultados de ADN para no especular más”.

Recordó que cuando sucedió el siniestro, ella atendía el local número 22, y esperaba la vendimia.

Con lágrimas precisó que en el momento de la detonación estaba trabajando en un taller mecánico cercano al sitio, y que cuando escuchó la detonación y corrió a buscarla “no tuve la suerte de encontrarla”.

Aclaró que fueron sus familiares quienes se dieron a la tarea de recorrer otras instancias de la Semefo como el de Texcoco, Tultitlán y Cuautitlán, donde tampoco la hallaron.

Desesperado porque emprendió su búsqueda sin éxito en varios nosocomios, dijo que personal de servicios periciales le indicó que pueden tardar los resultados de genética de una hora, a seis horas, 24 horas, e inclusive días “dependiendo el parentesco que encuentren con el ADN de mi hija”.

“Vamos a estar al pendiente pero aquí ellos dicen que en cuanto tengan los resultados nos informan a los teléfonos que aquí (Semefo) dejamos”, explicó.

Visiblemente triste, dijo que esperará en su casa a que Servicios Periciales le llame para confirmar dichos resultados.

Las autoridades han informado que los nosocomios donde se encuentran los heridos son el IMSS de Coacalco; de las Américas; Magdalena de las Salinas; Alta Especialidad Zumpango; Centro de Salud de Santa María Tultepec; Cuautitlán Vicente Villada; Cruz Roja Polanco; ISSSTE Tultitlán; Tultitlán; Atizapán; Lomas Verdes  y el Centro Médico Adolfo López Mateos.

Por su parte, el secretario General de Gobierno del Estado de México, José Manzur, señaló que cerca de 31 cuerpos han sido identificados de las personas que murieron debido al siniestro y que ya fueron entregados a sus familiares.

Mientras tanto, en Tultepec, Desideria Solano, Ángeles Mahuitzic Urban Mancera y Clara Francisca Rodríguez, tres de las 35 víctimas mortales, fueron sepultadas al mediodía de ayer en el panteón ubicado en el centro de Tultepec.

Previamente se realizó una misa en la parroquia de Santa María Virgen de Loreto y después el cortejo fúnebre partió hacia el camposanto en una procesión que incluía flores, coronas, globos blancos y música.

Otros cuerpos aún no son entregados a sus familiares y se espera que antes de Navidad sean sepultados.

Luchó por su vida durante 34 horas

Pamela presentaba quemaduras en 92% de su cuerpo; había acudido al mercado a comprar ratones para montar un negocio con sus primos

Por Néstor Jiménez / nestor.jimenez@3.80.3.65

Tras luchar por su vida durante 34 horas después de la explosión en Tultepec, Pamela Romero Villanueva, una niña de 13 años que era entre los heridos la que se encontraba más grave, falleció durante la madrugada.

Su organismo no logró soportar los daños causados por las quemaduras que de acuerdo con autoridades se extendían por 92 por ciento de su cuerpo.

Pam, como le decían sus familiares, de ojos grandes y menos de un metro y medio de estatura, estaba en el cuadro de honor del segundo grado de la escuela secundaria Quetzalcóatl.

Acudió el pasado martes con su madre, Erika Villanueva Ramírez, a comprar cohetes para la Navidad. Desde hace unos años acostumbraba a comprar pirotecnia de bajo impacto para vender a sus primos y vecinos, por lo que en esta ocasión buscaba ratones y bengalas para su negocio.

Sin embargo, al momento de la explosión resultó gravemente herida. En el lugar falleció su madre. Desde el momento del incidente, su familia que habita en el municipio de Nicolás Romero, pasaron 10 horas buscándolas a ambas.

A Erika la localizó su hermana en el Semefo de Barrientos; a Pamela la hallaron en el hospital de Polanco, el miércoles.

Aunque intentaron su traslado a Galvestón, Texas, la gravedad de las lesiones lo impidió tras presentar fallas en riñones, hígado y corazón.

El miércoles fue trasladada al Centro de Investigación y Atención a Quemados (CENIAQ) en el Instituto Nacional de Rehabilitación, sin embargo falleció ayer en las primeras horas del día.

Alberto Pacheco, tío de Pamela, señaló que la familia busca darles sepultura juntas, en el cementerio de San Isidro.

Además ayer falleció una mujer en el Hospital de Alta Especialidad de Zumpango, por lo que la suma de víctimas fatales subió a 35 en total. En el CENIAQ están además Brenda Maricruz Rodríguez Cortés, de 21 años, con 60 por ciento de quemaduras; Liliana Aguilera Urbán, de 22 años con 85 por ciento de quemaduras, y Maribel Estrada Carbajal, de 38 años, con 12 por ciento de quemaduras.