La Iglesia desacredita propuesta de Ejecutivo

La Iglesia desacredita propuesta de Ejecutivo
Por:
  • maria_cabadas

Los obispos de México advirtieron que las uniones entre personas del mismo sexo no se pueden equiparar al matrimonio.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se refirió a la iniciativa del Presidente Enrique Peña para garantizar matrimonios igualitarios en todo el país:

“Reconocemos la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse al matrimonio”, señala en un comunicado.

Indica que “ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad”.

La jerarquía católica considera que la iniciativa presidencial será el comienzo de un proceso legislativo y democrático.

Sin embargo, destacó que antes de que se concrete la propuesta del Ejecutivo es necesario estudiar a fondo todas las consecuencias.

Sostiene: “Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad y eso significa ante todo aceptarla y respetarla”.

Señala que desde 2009 México ha seguido un camino jurídico y también legislativo, en el que atendiendo criterios jurídicos de instancias internacionales ha reconocido como discriminatoria cualquier ley que impida a las parejas de personas del mismo sexo acceder al matrimonio civil.

“Frente a ello debe afirmarse que «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”, explica el Episcopado.

Encabezada por el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Cardenal, la CEM destacó que actualmente la sociedad no comprende que la unión indisoluble debe ser entre un hombre y una mujer.

“Una sociedad en la que ya no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad”, remarca.

Hace hincapié en que “por lo que se refiere a las familias, se debe tratar de asegurar un respetuoso acompañamiento, con el fin de que aquellos que manifiestan una orientación sexual distinta puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida”.