“La Presidencia se busca una vez y no lo volveré a hacer”

“La Presidencia se busca una vez y no lo volveré a hacer”
Por:
  • bibiana_belsasso

Josefina Vázquez Mota aprendió desde pequeña el valor del esfuerzo y del trabajo en el negocio de pinturas de su padre. Ella en ocasiones atendía a los clientes. Quien fue la primera mujer secretaria de Desarrollo Social y candidata por el PAN a la Presidencia en 2012, llegó a esta profesión casi por casualidad, quería estudiar Oceanografía, pero su padre la convenció de estudiar Economía, una carrera que le apasionó. Afirma que la “Presidencia sólo se busca una vez”, por ello, en sus planes no está buscar una nueva candidatura.

Bibiana Belsasso: ¿Cómo fueron esos primeros años con seis hermanos?

Josefina Vázquez Mota: A mí me toca nacer en la Ciudad de México. Somos la familia típica mexicana, tradicional, donde somos siete hermanos: cinco mujeres y dos hombres. Crecí en una familia muy amorosa, para mí ha significado la mayor fortaleza en mi vida.

Belsasso: ¿Cómo le hace tu mamá para educar a tantos hijos? Una cosa heroica, como la de tantas mujeres en este país.

Vázquez Mota: Y más ahora. Era otro momento de México de la propia vida de las mujeres. Mi mamá ha sido una mujer alegre toda su vida. Y mi papá es un hombre dedicado a trabajar, un lector voraz, él me enseñó el amor por los libros... Fuimos creciendo, mi mamá fue una ama de casa, siempre muy atenta, muy dispuesta y mi papá, a quien admiro muchísimo, también, siempre ocupado en la unidad de la familia. Vivimos una infancia muy feliz.

Belsasso: ¿En qué trabajaba tu papá?

Vázquez Mota: Él llegó de Teziutlán, Puebla, sin nada, buscando trabajo, lo encontró en una pequeñita tienda de pinturas para casas, y ahí empezó a aprender el negocio; después creó una empresa muy importante, Pinturas Mexicanas. Es un empresario exitoso, muy trabajador, que ha podido generar un buen número de empleos en el país, en el negocio de la pintura.

Belsasso: De ahí viene tu relación con el señor Achar, el dueño de Comex, él fue como tu padrino, ¿cómo fue esta historia?

Vázquez Mota: Efectivamente, don Alfredo Achar es una persona que admiro, un mexicano ejemplar, lo conocí desde niña.

Belsasso: Ha sido siempre un gran apoyo para ti, ¿no?

Vázquez Mota: Siempre, don Alfredo es una inspiración y lo sabe mucha gente que nos ha escuchado, siempre lo he considerado un papá adoptivo, un líder mexicano extraordinario. En la vida te vas encontrando tus ángeles, tus protectores y don Alfredo Achar ha sido uno muy importante.

Belsasso: ¿De chiquita ibas a las tiendas de pintura?

Vázquez Mota: Los sábados era el día que me tocaba ir a las tiendas y para alcanzar el mostrador mi papá me ponía un galón de pintura y me subía ahí.

Recuerdo que tenía apenas una o dos tiendas muy pequeñitas en la avenida Ignacio Zaragoza, saliendo a Puebla. Cuando llegaba la hora de comer sacábamos lo que mi mamá nos había puesto en la mañana, nuestra mesa era una cubeta de 19 litros de pintura y los galones nuestros asientos; ahí aprendí a amar la empresa, el comercio, a darme cuenta de lo que significaba vender cada bote de pintura, una brocha, una lija, un pincel y sobre todo, a valorar el esfuerzo, el trabajo, la dedicación y esa entrega de mi papá de tiempo completo para salir adelante y, algo que él me enseñó siempre, el respeto por sus colaboradores, esa familia que fue construyendo con la gente de las tiendas, que nunca los vio como “mis empleados”, no, son nuestra familia.

Belsasso: No estamos hablando de trabajo infantil ni explotación, pero sí creo que es importantísimo que los niños tengan un gran ejemplo de lo que es trabajar, de lo que es saber ganarse el dinero; pero, sobre todo, de lo que es saber tratar a la gente, como tú bien me dices, porque hay muchos chavos que ya no tienen ni idea.

Vázquez Mota: No, no tienen ni idea, desprecian el trabajo y a este país; sienten que lo merecen todo, abundan mucho, los vemos casi en todas partes. Una sugerencia muy respetuosa que haría es que enseñemos a los niños el valor del esfuerzo y del trabajo. Todavía hoy, ciertos aromas de la pintura, cuando llego a una obra y la están pintando, me recuerdan inmediatamente mi niñez y ese esfuerzo, ese valor de cada peso, a cuidar, a administrarlo, el valor de la honestidad, de la transparencia y eso es lo que somos los mexicanos, somos hechos de empresas familiares. Le agradeceré toda la vida a mi papá el haberme llevado a ese mostrador, era emocionante.

Belsasso: Y tus hermanos, ¿qué?, me imagino que se peleaban a quién le tocaba ir.

Vázquez Mota: Sí, sí, a parte era ir a ver los muestrarios y aprender que, si combinabas un rojo con un negro o si un blanco con un azul, iba a salir un color distinto. Es todo un aprendizaje, hay que hacerlo porque si no vamos perdiendo nuestras raíces y el valor del trabajo y del mérito, hemos dejado de ser de muchas maneras una sociedad meritocrática, la meritocracia ya no siempre es lo más importante, hay que regresar a eso.

Belsasso: ¿Dónde estudiaste la primaria, Jose?

Vázquez Mota: En la escuela Mi patria es primero, en la colonia Petrolera, vivimos ahí muchos años y después estudié la secundaria en otra colonia muy cerquita, todo esto en la delegación Azcapotzalco. Después me fui a la Vocacional No. 9, Juan de Dios Bátiz. Como exalumna del Politécnico lo puedo decir, han hecho una tarea social educativa extraordinaria en México, particularmente para los sectores más vulnerables de la población.

Belsasso: ¿Cómo defines qué vas a estudiar?, porque a los 18 años decir me voy a dedicar a esto toda la vida, todos lo hemos tenido que hacer, pero es difícil.

Vázquez Mota: Claro, fue dificilísimo. Hice mi carrera técnica en la vocacional en Computación, en aquella época empezaban las computadoras, todavía programábamos en tarjetas perforadas que hoy los jóvenes ven en los museos, es increíble.

Belsasso: El otro día le dije a mi hija: ‘Tienes que tener mucho cuidado con las fotos que subes a Facebook’. Y ella me respondió: ‘Tú seguro tienes un trauma de adolescencia en el Facebook’. Le dije, ‘cuando era adolescente, ¡ni existía el Facebook!’

Vázquez Mota: ¡Ni existía el Facebook! Me acuerdo de esas computadoras que eran máquinas gigantescas, estaban dentro de salas casi refrigeradas, te congelabas cuando entrabas a correr tus programas. Mi gran pasión, era el mar y quería ser oceanógrafa, tenía que estudiar dos años en Querétaro, en el Tec de Monterrey, no muchas universidades tenían la carrera, y después ir a Guaymas. Mi papá, quien siempre ha sido un hombre extraordinariamente cercano a mí, me llevó, y conociéndome muy bien, me fue a inscribir a la carrera de Oceanografía.

Belsasso: Para que te desencantaras tú solita.

Vázquez Mota: Regresando de Querétaro a la Ciudad de México, dijo: ‘¿Por qué no hacemos un esfuerzo?, ahorita en México la Oceanografía no es una carrera fácil y vas a terminar dependiendo de alguien, tal vez de la burocracia, que a ti no te encante, ¿por qué no pruebas dos años de Economía? Y si no te gusta te vas de oceanógrafa’. Me dejé convencer y así fue como llegué a la Universidad Iberoamericana, apliqué para mi examen e ingresé a la carrera de Economía, ya nunca regresé a la Oceanografía.

Belsasso: Ya no te arrepientes. Y empiezas a estudiar Ciencias Políticas.

Vázquez Mota: Siempre me encantó todo lo vinculado a las Ciencias Políticas, nunca lo estudié formalmente, pero era una época del mundo, de América Latina, ya estaban llegando a su fin todos estos movimientos de la guerrilla en Centroamérica, había pasado la Teología de la Liberación, venían nuevas ideas. Estaba en discusión la apertura de la economía mexicana, no se hablaba del Tratado de Libre Comercio, se hablaba entonces del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), eran la época del gobierno de López Portillo, más o menos, había una discusión económica muy importante en el país. Habíamos sufrido crisis muy fuertes, sabíamos lo que era la devaluación, las repercusiones de la inflación, ya había también un movimiento ciudadano en favor de la democracia, de las libertades. Me tocó un momento muy particular de cambio.

Belsasso: Y de mucha ideología.

Vázquez Mota: De mucha ideología, de cambio demográfico y de maneras de pensar distintas, tenía mi profesor de la escuela de Chicago; Milton Friedman y las ideas más liberales eran la premisa, pero también escuchaba a los sociólogos de la Teología de la Liberación. Tuve profesores extraordinarios que marcaron mi vida, particularmente en la causa de la libertad.

Belsasso: Ya en ese entonces conoces a Sergio, tu marido ¿no?

Vázquez Mota: Sí, desde toda la vida. Nos conocimos a los 14 años en la Vocacional del Politécnico. Creo que nos hemos de haber hecho novios por ahí de los 15 años y nos casamos a los 23. Un noviazgo larguisisísimo de ocho años.

Belsasso: Después de haber estudiado Economía, te vas a Chihuahua de

ama de casa.

Vázquez Mota: Fui ama de casa de tiempo completo, lo digo con gusto porque es algo muy digno, me casé a los 23 años y dije, ‘como tres meses o seis me voy a dedicar así, ya sabes, a la emoción de la casa’. Pero la emoción me duró poquito y a los tres o cuatro meses ya estaba muy inquieta buscando qué hacer. Era esta época de cambio que amo tanto porque esto nos ayuda mucho a entrar a mundos que no son tradicionalmente para nosotras. Empezaba a ir a dar algo que le llamaban las Cápsulas Económicas a la Cámara de Comercio de la Ciudad de México; por supuesto, no cobraba ni un quinto, así fue como empecé a ser conferencista, primero por todo el país y después por muchas naciones de América Latina y del mundo; me dediqué a esto muchos años, ha sido de los momentos más emocionantes de mi vida, conocí todo el país, diferentes lugares de EU y de Europa y diferentes temas.

Belsasso: Y muchos temas para empoderar a la mujer. Tu libro Dios mío, hazme viuda, me da mucha risa porque muchos maridos en la época que se publica preguntaban: ‘¿Por qué tienes eso en el buró?’ Ya juraban que nos queríamos deshacer de ellos, es un libro para empoderar a la mujer.

Vázquez Mota: Ese libro surge cuando termino una conferencia en Colombia.

Estaba en Medellín, se acercó una mujer editora y me dijo, ‘Josefina, escribe un libro para mujeres’. Yo estaba hablando en aquel momento de la economía, de la libertad, de la democracia en América Latina, la ciudadanía. Le dije: ‘Yo no soy una mujer que haya estudiado los temas de las mujeres’. Y volteó y me respondió: ‘No, pero eres mujer’. Me provocó esta inquietud, ese mismo viaje de regreso de Bogotá a la Ciudad de México empecé a escribir lo que había vivido como mujer; las historias de las tías: la que se quejaba, la que era la víctima, la heroína; lo que iba escuchando y recogiendo en mis diferentes viajes y conferencias. Tenía mucho material y el título fue lo último que le puse al libro porque una muy amiga de mi mamá acababa de enviudar hacía seis meses y cuando llegué un día a casa de mi mamá la vi rozagante, sonriente, rejuvenecida, le dije, ‘bueno, pero, ¿qué pasó aquí?, yo pensaba que iba a producirse una gran depresión’. Y me contestó, ‘fui muy feliz en mi matrimonio. Quise muchísimo a mi esposo, pero, hoy, tengo otra libertad que antes no tenía’. En ese momento dije, ése es el título del libro, que por cierto el editor apanicado no quiso publicar en un año, tuve que pagar la portada de mi libro y me advirtió, ‘ese libro nunca va a ser famoso’, hoy se han vendido poco más de 750 mil ejemplares.

Belsasso: Claro, pero, además, sí pasa, porque hay muchos hombres, no todos, que tratan de reprimir a la mujer y una vez que la mujer descubre quién es, sale adelante.

Vázquez Mota: Claro, empiezan a viajar y a tener su propia vida.

Belsasso: ¿Qué importante es poder descubrir quién eres con el marido junto?

Vázquez Mota: No esperar a que alguien se vaya para empezar a ser quién eres. Creo que hoy afortunadamente tenemos todo este margen de libertad que es maravilloso.

Belsasso: Has sido pionera en muchas cosas, la primera mujer secretaria de Desarrollo Social, la primera mujer secretaria de Educación, ha habido muchas candidatas para la Presidencia, pero no con las posibilidades que tuviste.

Vázquez Mota: También tuve el privilegio de ser la primera mujer coordinadora de mi grupo parlamentario y después la primera mujer candidata a la Presidencia, de mi partido. Me ha tocado abrir brecha, ha habido momentos de enorme satisfacción y otros de gran adversidad.

Cuando llegué a la Cámara de Diputados, mentiría si dijese que sí me imaginaba que todo esto iba a pasar. Llegué un septiembre al Congreso, Felipe Calderón era mi coordinador de grupo parlamentario y el primero de diciembre, si mal no recuerdo, me estaban nombrando secretaria de Desarrollo Social en el gabinete del presidente Fox.

Belsasso: Tengo una idea, dime tú cómo te ha ido, que las mujeres somos mucho más críticas, más duras y le metemos más el pie a las propias mujeres.

Vázquez Mota: Creo que hemos ido cambiando, sí me han tocado batallas fuertes con algunas mujeres.

Belsasso: Te tocó la batalla con Elba Esther.

Vázquez Mota: Muy pública, por cierto, me han tocado algunas otras, pero también he tenido una gran solidaridad de las mujeres. Creo que hemos ido aprendiendo a unirnos, que ganamos más cuando aún desde diferentes trincheras, nos respetamos y aprendemos de nosotras.

Belsasso: Tú sí tuviste posibilidades de ganar la Presidencia, fuiste candidata por el partido en el poder, ¿qué faltó?

Vázquez Mota: Varias cosas faltaron, este libro que estamos compartiendo Cecilia Soto, Patricia Mercado y yo, sobre lecciones para todas, que yo diría que son lecciones para todas y para todos. Cada una comparte aquello en lo que cree que pudo haberlo hecho mejor. Yo diría dos o tres apuntes, hay muchos, ojalá pudieran leer el libro, porque es una historia que creo que nos puede ayudar a todos, no solamente a quienes estamos en la política; hubo una contienda interna en mi partido para ganar esta candidatura, fue ruda, el resultado se dio el 5 de febrero.

Belsasso: Te sentiste muy traicionada.

Vázquez Mota: En marzo empezaba la contienda y yo venía a enfrentar a dos adversarios, uno llevaba 12 años en la candidatura a la Presidencia, sigue y continuará, según parece indicar, y el otro contendiente era alguien que había gobernado el Estado de México y que venía preparándose cinco o seis años para ser el candidato de su partido. Termino el 5 de febrero, logro esta candidatura, no hubo el tiempo de reconstruir hacia adentro, acepto y asumo, en primer lugar, mis errores, también los aciertos de esta campaña. Fue desde el principio, adverso. Aprendí muchas lecciones.

Belsasso: ¿Buscarías nuevamente la Presidencia?

Vázquez Mota: Estoy convencida en que la Presidencia se busca una vez, yo ya la busqué y no está en mi plan de vida volverlo a hacer.

Belsasso: Estás muy metida con el tema de los migrantes, has estado mucho tiempo con latinos muy destacados en EU, ¿cómo ves la situación Trump y los latinos?

Vázquez Mota: Estamos viviendo un momento muy delicado, no solamente en el caso de EU, si revisamos lo que está pasando en España, en nuestro propio país, diría que estamos frente a dos elementos o dos condiciones que no las teníamos hasta hace muy poco tiempo. Una, es este ánimo de hartazgo, de indignación, de enojo de un gran sector de la población que frente a la clase política dice, ‘estoy indignado y ya no quiero más de esto’.

Belsasso: Y por eso puede ganar un Trump.

Vázquez Mota: En México no tendríamos independientes si los partidos hubiéramos hecho la tarea que nos tocaba. Si te das cuenta, el otro ingrediente, la otra condición es el éxito de estos liderazgos anti-establishment; estos populistas y demagogos como Trump encuentran en un electorado una respuesta y esto que parecía una mala broma y muchos decían, ‘no, hombre, este señor Trump en dos semanas está fuera de la contienda’, mira en dónde estamos.

Belsasso: Decían una fiebre de primavera y ya fue primavera, verano, otoño…

Vázquez Mota: He venido trabajando en una iniciativa que se llama Juntos podemos, en la cual se suman muchas voluntades y muchos esfuerzos, desde los institucionales de los consulados, del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, fundaciones privadas, universidades, académicos, organizaciones, hasta cerca de un millón de mexicanos en EU. En este año, frente a este riesgo que significa Trump, estamos alentando a que los mexicanos se hagan ciudadanos. Treinta y cinco millones de mexicanos en EU y 2.6 millones están en un estatus legal solamente para dar el paso y que se hagan ciudadanos.

Belsasso: Ojalá que lo hagan rápido para que puedan votar.Josefina, preguntas cortas. ¿Cuál es el libro que más te ha marcado?

Vázquez Mota: Te voy a decir los que más me marcaron de niña: Las llaves del Reino, Corazón: Diario de un niño y El Principito, que sigue siendo uno de mis libros favoritos.

Belsasso: ¿Tu música favorita?

Vázquez Mota: La música mexicana.

Belsasso: ¿Comida?

Vázquez Mota: Me fascina el café, el queso, el pescado.

Belsasso: El ejercicio te apasiona.

Vázquez Mota: Me fascina, creo que me he vuelto una adicta al ejercicio, lo declaro aquí. Me da fuerza, me permite liberarme y cuando tengo mucho estrés, todavía hago más. Me fascina esa sensación de descubrir, sobre todo, cuando voy a una ciudad dormida y verla despertar, eso a mí me da vida y me hace sentir muy feliz.

Belsasso: ¿Sales a correr, la bici?

Vázquez Mota: Me encanta la bici, salir a correr, aprender, no es un tema que haga por competir con nadie, lo hago porque me encanta y lo disfruto.

Belsasso: ¿El día más feliz de tu vida?

Vázquez Mota: Ha habido muchos, pero el nacimiento de mis hijas, va por delante.

Belsasso: ¿El más triste?

Vázquez Mota: Cuando te enteras de las traiciones, cuando alguien que amas mucho te debió haber contado algo que no te contó a tiempo.

Belsasso: Complétame esta frase, Josefina Vázquez Mota es…

Vázquez Mota: Una mujer profundamente enamorada de México, sin límite.