Líder activista acusa filtración; libera la CNDH

Al cumplirse dos semanas de que mantienen tomada la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico, se ahondó la división entre los grupos, pues varias de las ocupantes dejaron el inmueble en medio de acusaciones de amenazas.

Es el caso de Yesenia Zamudio, representante del Frente Nacional Ni Una Menos, quien ayer anunció en su perfil de Facebook: “Me retiré de la CNDH por amenazas a mi familia. Hay gente infiltrada del gobierno y por seguridad me retiré”.

En otra publicación, añadió: “(Olga) Sánchez Cordero aceptó que hay seudo activistas que lucran y les cobran a las víctimas por asesorarlas o acompañarlas. Es más que claro que hay interés políticos de seudo activistas que me están atacando y Gobernación tomará cartas en el asunto”.

Otro caso es el de Marcela Alemán, quien se amarró a una silla en la CNDH y en las rejas de la Secretaría de Gobernación, que regresó a San Luis Potosí por amenazas de colectivos feministas que mantienen tomadas las instalaciones.

En entrevista con La Razón, dijo que en ningún momento pidió la renuncia de la ombudsperson, Rosario Piedra, y que desde el inicio se ha deslindado de los grupos de mujeres que han radicalizado su protesta, pues ella sólo pide justicia para su hija.

Por separado, la colectiva Okupa Bloque Negro, uno de los grupos que mantienen tomadas las instalaciones, difundió en redes sociales el pliego petitorio resultante de la asamblea interna que realizó el jueves a puerta cerrada, en el que solicitan “inmunidad” para todas las integrantes de la protesta y la renuncia “inmediata” del cuerpo policiaco que desalojó violentamente a las manifestantes en la CEDH en Ecatepec.