“Lo que quiero es que mi hijo no pierda el riñón”

“Lo que quiero es que mi hijo no pierda el riñón”
Por:
  • kevinruiz

“Lo picaron en el costado derecho, ahora lo único que quiero es que mi hijo no pierda su riñón”, asegura Margarita García, la madre de Joel Meza, el estudiante de la carrera Estudios Latinoamericanos, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, que fue apuñalado en dos ocasiones, durante el ataque de grupos porriles a alumnos en la explanada de Rectoría, la tarde del lunes.

En entrevista con La Razón, la señora Margarita asegura que durante la agresión en la que su hijo resultó gravemente herido, los sujetos que llegaron con palos y piedras también le arrancaron la mitad de su oreja izquierda, al jalar el expansor que Joel tenía.

“Me llamaron a las tres de la tarde de la Unidad Médica de la UNAM para decirme que trasladaban a mi hijo a la clínica 8 del IMSS, que está en el Eje 10, porque lo iban a suturar. No me dieron más informes. Me fui con mi esposo inmediatamente y al llegar a la clínica estaba mi cuñada, ella logró verlo antes de que entrara a quirófano. Le dijeron que lo habían picado en el costado derecho. Él usaba unas expansiones en las orejas, entonces se las arrancaron con una parte de la oreja del lado izquierdo”, señala la madre del alumno.

[caption id="attachment_794658" align="alignright" width="334"] Gráfico: La Razón de México[/caption]

Y es que, de acuerdo con Margarita, Joel y su novia, Noemí, no pertenecen a ningún frente estudiantil. El lunes habían terminado sus clases cuando decidieron sentarse a escuchar las consignas de los paristas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de los planteles Azcapotzalco, Sur, Vallejo y Oriente.

Protestaban precisamente contra los hostigamientos de grupos porriles; además del acoso de profesores y directivos, y por el ambiente de violencia suscitado luego del secuestro y asesinato de Miranda Mendoza, estudiante del plantel Oriente, cuando los agresores irrumpieron con palos, piedras, petardos y armas punzocortantes. Joel y Noemí corrieron, pero no alcanzaron a protegerse.

Margarita narra que los paramédicos que atendieron a su hijo no se habían percatado de que tenía una lesión en el costado. Fue al llegar al hospital que los médicos se dieron cuenta y rápidamente ingresaron al joven de 21 años al quirófano para intervenir la herida.

“Cuando llegué estaba en quirófano, al salir los médicos, me dijeron que mi hijo había tenido una lesión grave en uno de sus riñones, que lo tuvieron que intervenir para comprimir el riñón y detener la hemorragia, y lo suturaron. Mi hijo está consciente aunque muy débil, no puede hablar mucho. Yo le doy muchos ánimos”, explica con lágrimas en los ojos.

[caption id="attachment_794659" align="alignleft" width="145"] Gráfico: La Razón de México[/caption]

Después de la operación a Joel lo trasladaron al Hospital de Especialidades del Centro Médico Siglo XXI. Ahí le realizaron tomografías, pues también recibió patadas en la cabeza cuando cayó al piso de la avenida Insurgentes, en su intento por huir al lado de Noemí, quien también fue pateada y golpeada al tratar de proteger a Joel con su cuerpo, abrazándolo. Sin embargo, tres hombres más llegaron para contribuir a la golpiza hacia la pareja.

De hecho, una foto que circula del ataque muestra cómo uno de los agresores, quien porta un jersey color dorado, prepara un golpe en dirección a la joven. Noemí resultó con la nariz rota, golpes en el rostro, descalabros y un esguince cervical.

“Ella (Noemí) veía gente de la seguridad interna en CU y nadie los ayudó, nadie los protegió y nadie ni siquiera fue a detener al agresor. Es inaudito. Para mí es reprobable que las autoridades permitan eso a estas alturas en el país”, recrimina Margarita.

Mientras tanto, el riesgo de hemorragia aún está presente y de confirmarse, sería inminente que Joel perdiera el riñón.

Autoridades universitarias acercaron a los padres de Joel Meza y de Emilio Aguilar Sánchez, quien es alumno de la Escuela Nacional Preparatoria 6, y recibió una herida en el glúteo que le provocó la lesión de una arteria que lo mantiene con el mismo diagnóstico que Joel: grave, pero estable.

El Dato: EmilioAlejandro Aguilar Sánchez, de 19 años, sigue en terapia intensiva por  las heridas que recibió en el glúteo izquierdo.