Los panistas montan en cólera... y Morena arrolla

Los panistas montan en cólera... y Morena arrolla
Por:
  • carlos diaz

No puede iniciar la sesión. Corre el tiempo en el Salón de Plenos... más de una hora, en medio de una acalorada tirando a tibia discusión por... el tiempo. La Mesa Directiva propone reducir las intervenciones en tribuna para iniciativas, de 10 a cinco minutos. Y de tres minutos a uno para hablar desde el escaño.

Se va llegando al punto en que da igual quiénes voten en contra. Morena arrolla... con sus aliados permanentes, cuyo partido también ya va dando igual cuál sea. En la metamorfosis, ya son Morena.

Los panistas montan en cólera histriónica. Y ranchera. Xóchitl Gálvez reparte agitadamente entre su bancada etiquetas para que se las crucen en la boca... como una mordaza de papelería. Gustavo Madero, también... se la quita apenas posa para la foto. Que de eso se trata. Al margen de que las dichosas etiquetas no pegan en un cuaderno, menos en unas barbas. “¡Bienvenidos a la oposición!”, les dice minutos después, ante una nube de reporteros, el líder de la bancada morenista, Ricardo Monreal. Carcajadas.

Los azules abandonan el salón y los priistas los acompañan. Un rato nomás, a tomar el aire. Una hora después, Claudia Ruiz Massieu está de regreso para la glosa del informe presidencial en materia de relaciones exteriores. Ramírez Marín se quedó a cumplir con su sitio en la Mesa Directiva. Y el líder de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, subió a apoyar la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que otorga libertad sindical y va contra grupos charros.

Ya apareció el peine... Martí Batres, con una sonrisa revela que los panistas condicionaron lo de los tiempos en tribuna a la dilación del Convenio 98. Un argumento es lo que necesitaban para zafarse de la votación. No quedan mal ni con Dios... ni con el diablo. Les sale casi perfecto.

Lady Champagne sube a tribuna y habla de la inacción de Peña Nieto ante el trato ‘hostil’ de Trump. Ya con la fiesta medio vacía, el perredista michoacano Antonio García reclama falta de quórum. Y un toro sin cerca, al que le dicen Félix Salgado, lo cocorea... ‘que tú estés solo, no quiere decir que no haya quórum’. Reacciona solidario Miguel Ángel Mancera, puntual... casi exacto: “óigame, somos pocos... pero no está solo”.

Llega el turno de Napoleón Gómez Urrutia a la tribuna para defender la firma por las libertades sindicales de los trabajadores y la lucha para que tengan una modo digno de vida “... comida en su casa y unos pesos en la bolsa”. De regreso a su escaño, todo es abrazos, apretones... y para rematar, está Héctor Vasconcelos, adelante de Ricardo Monreal y detrás de unos espejuelos redondos que podrían ser los de un canciller de Francia, de Inglaterra... o de México. Pero no. Ya no. Se trata del hijo de José Vasconcelos... pilar de la literatura, la educación y la política del siglo XX, que levantan el pulgar derecho y a lo lejos le grita: ¡Muy bien, Napoleón”...  quien toma su asiento, dos lugares a la derecha de la próxima secretaria de Gobernación. Lilly Téllez no está. Pero Olga Sánchez Cordero, sí. Todo el tiempo.

Sin el PAN, sin la mayoría de priistas, se vota por unanimidad por la libertad sindical. Suena la campanita. El espectáculo ha sido realmente digno, dicho sea sin ironía. Y hay que señalarlo: el boleto vale lo que cuesta.