Mis cuentos construyen retratos de complejidad: Adán Medellín

Mis cuentos construyen retratos de complejidad: Adán Medellín
Por:
  • carlos_olivares_baro

El joven escritor Adán Medellín (Ciudad de México, 1982) se alzó con el Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí 2017 con Blues vagabundo (Lectorum, INBA, 2018): cuaderno integrado por ocho historias en que figuras emblemáticas del blues (Bessie Smith, Waters, B. B. King, Johnson...) se entrelazan con los personajes en una suerte de álbum nostálgico: intertextualidades/evocaciones de voces de temas clásicos del género.

“En estos relatos hay un vínculo con el blues en la aparición de compositores, cantantes y referencias de piezas clave de esa música nostálgica, que se pega en la memoria de los oyentes. Los personajes con sus actos generan la presencia de las canciones  tristes del Mississippi. Mis cuentos, más que un tributo al género, intentan edificar un retrato de la complejidad de algunos gestos humanos desde melodías que se empalman con la trama”, dijo a La Razón Adán Medellín.

¿Misma estrategia de Cortázar en “El perseguidor” con Charlie Parker? No lo creo. En mis cuentos estos músicos comparten las obsesiones de los personajes, mientras que Cortázar narra los trances de Parker en un sentido de semblanza en cadencia  de bebop.

¿La consonancia de su libro es la del blues? Sí lo es, pero en un sentido simbólico. El blues como coprotagonista dentro de un discurso narrativo de alegorías.

Leo su libro como se escucha un álbum de música: cada cuento es una pieza, una pista... Sí, me gusta pensar que cada relato es la pieza de un disco. Cuentos largos que implican oír melodías más largas, y cuentos breves que son melodías cortas para que el lector repose.

¿Qué significa para usted contar? Desde los primeros años somos buscadores de historias. Mi abuela fue determinante en mi vida porque era una extraordinaria contadora de historias: me sentaba en la cocina con ella y escuchando sus fabulaciones conseguí identificación y, sobre todo, el alimento sustancial para la memoria. Contar es comunicar al otro lo que somos.

¿El cuento es un género menor? De ninguna manera. El cuento es un reto, un desafío, para exponer una trama en un tiempo narrativo donde se impone la brevedad. Este género es capaz de transformar la visión del lector por su intensidad y llevarlo a mundos donde se reconoce a sí mismo.

¿Proyectos futuros? Escribo desde los seis años: mi abuelo me enseñó a escribir historias breves, no paro desde entonces. Ya casi termino una novela enclavada en los años 30 que aborda la vida de un boxeador extravagante y soñador, concluyó el entrevistado que también estudió periodismo y es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM.

Adán Medellín

Nació: 1982

Lugar: Ciudad de México

Profesión: Escritor

Obras: Vértigos (2012); Tiempos de furia (2013); El canto circular (2013), y Nierika (traducción del poeta francés Serge Fey).

Premios:

Premio Nacional de Relato Sergio Pitol  Premio Nacional de Cuento Sueño de Asterión.

Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí 2017.

Blues vagabundo

Autor: Adán Medellín

Género: Cuento

Editorial: Lectorum, INBA, 2018